Son cinco los acusados por el crimen de Samuel Luiz. Y Alejandro Míguez, uno de los dos únicos que están en libertad provisional, ha sido el primero en declarar. Se ha defendido, alegando que él sólo había intervenido en la agresión para separar. Pero no sólo eso. Señaló directamente a otros cuatro jóvenes, entre ellos, a su entonces amigo Diego Montaña, y a Alejandro Freire, alias 'Llumba': «Yo veo claramente cómo lo agreden». En un interrogatorio, tenso por momentos, la fiscal, Olga Serrano, ha intentando que Alejandro Míguez se identificara en las imágenes y vídeos exhibidos. La mayoría borrosas, aunque otras relativamente nítidas. Pero el acusado no se ha reconocido prácticamente en ninguna. Tampoco identificó al resto de investigados: «Las imágenes me parecen bastante difusas, no reconozco a nadie». No en las imágenes ni vídeos, pero sí en directo. Alejandro Míguez no ha tenido problema en señalar por la agresión a Diego Montaña, que entonces era su amigo: «Veo cómo está lanzando una serie de puñetazos a una persona que no conozco». También reconoce a Llumba, «sujetándolo del cuello». Según las acusaciones, Llumba fue quien tumbó a Samuel mediante una técnica de lucha conocida como 'mataleón'. Alejandro Míguez dice que vio a otros dos jóvenes: Marco y Diego, alias 'Pompo'. Son los dos implicados que, al ser menores de edad en el momento de los hechos, ya fueron juzgados y condenados por un delito de asesinato en un proceso judicial al margen: «Yo veo a bastantes personas allí, pero que agredan directamente a esa cuatro personas que le comento», ha certificado Alejandro Míguez a preguntas de las acusaciones. Sucedió la madrugada del 2 al 3 de julio de 2021 a las puertas del pub Andén, próximo a Riazor, junto al paseo marítimo de La Coruña. Los acusados habían estado en el local. Al salir del pub, Alejandro Míguez dice que vio a Diego Montaña, al que habían echado del local, agredir a un chico, al que no conocía: «Subo la escaleras y empiezo a escuchar los gritos de Diego». Según su versión, se acercó «a ese tumulto», pero salió «rebotado» al intentar separar a su amigo: «Yo no soy una persona agresiva, si veo una agresión mi pensamiento es ir a separar». Alejandro Míguez fue el último de los supuestos implicados en ser detenido, dos meses después del crimen. Por eso, sus primeras declaraciones ante la Policía y en sede judicial fueron como testigo. Entonces no contó la misma versión: dijo que no había visto nada. Este jueves ha reconocido que mintió «¿Por qué», le ha preguntado la fiscal. «Porque en ese momento estoy asustado, pensando que lo mejor es que no me salpique y no sé como reaccionar ante este tipo de situaciones». Luego, ya una vez detenido, Alejandro Freire prefirió acogerse a su derecho a no declarar. Este jueves ha justificado que lo hizo por miedo. «¿Qué miedo tenía usted si ya había tres detenidos», ha repreguntado la fiscal. «Me lo recomendó mi abogado de oficio».