Los 120 años de un puente colgado sobre el río Huécar de Cuenca
Corría el año 2004 y Felipe y Letizia -hoy Reyes de España- , elegían Cuenca para su primera parada como recién casados. La imagen, cruzando el Puente de San Pablo, en Cuenca, apuntaló a este monumento , símbolo patrimonial, como un icono y un paso 'obligado' de foto romántica y familiar en las visitas que se organizan a esta preciosa ciudad, Patrimonio de la Humanidad. Pintado de un bonito tono bermellón, el puente de San Pablo es parte del espíritu de Cuenca, y es tan apreciado por los conquenses como por los miles de visitantes que quieren contemplar y disfrutar de una panorámica, que antes que los Reyes de España, recorrieron escritores como Pío Baroja -que habló de él como un «elefante de cinco patas»-, Federico García Lorca, y algunos autores que lo han llamado «la grapa de hierro». Una inspiración artística También han plasmado la belleza y el esplendor de este coloso pintores nacionales e internacionales como Fernando Zóbel (integrante del Grupo El Paso), que llevó la primera cámara con la que se fotografió el puente el mismo día de su inauguración. También ha quedado reflejado en alguno de sus cuadros, como el titulado 'El Puente'. Al igual que el artista Alfredo Lam (nacido en Cuba), que ha paseado este monumento por los grandes museos del mundo, y Pepe España, que han universalizado este puente en todos sus óleos, recuerda el cronista oficial de Cuenca, Miguel Romero Sáiz. El cronista rememora que el puente también ha sido plató para algunos largometrajes. Así, se han grabado películas como 'Pipermint Frappe', 'Calle Mayor', el cortometraje 'Cuenca', de Carlos Saura, 'Todo es mentira' y algunas series de televisión. Historias que marcan las anécdotas de l o que encierra este puente y lo que ha sido su pasado histórico. Romero cuenta que siempre se ha mantenido en muy buen estado, con accesos bien cuidados, buena iluminación e incluso con unos proyectores que iluminan la estructura y las Casas Colgadas, creando una bellísima estampa nocturna de todo el conjunto monumental. Su magnífica estructura de hierro une dos iconos de Cuenca: las Casas Colgadas y el antiguo Convento de San Pablo, hoy convertido en Parador Nacional de Turismo. Es un icono que, junto a las Casas Colgadas y la Hoz del Huécar, ofrece una panorámica de un rincón tan especial para todos. Su construcción El puente de San Pablo está ahí desde el siglo XVI, cuando los frailes dominicos del convento de San Pablo decidieron crear la pasarela para evitar el camino de bajada al río y la subida posterior a la ciudad. Su diferencia con otros puentes es que no se construyó para salvar un río sino un barranco. El puente sobre el río Huécar une el Casco histórico con el Parador de Cuenca m. cebrián En primer lugar se funda el convento sobre el promontorio rocoso, hacia 1523, por iniciativa del canónigo don Juan del Pozo , un gran impulsor de la arquitectura conquense. El primer puente, el de piedra, se comenzó a construir hacia la mitad del siglo XVI, recuerda el cronista de Cuenca. Noticia Relacionada gastronomía estandar No Citas gastronómicas en lugares emblemáticos de Cuenca, la carta para ser la capital gastronómica ABC Bajo el lema 'Cuenca deliciosa', la ciudad se prepara para competir, por tercera vez, en este evento. La propuesta sacar los fogones a las calles Dos grandes arquitectos están vinculados al puente de San Pablo: Francisco de Luna y Andrés de Vandelvira. El primero trazó el puente y el segundo lo retomó años después y tuvo que modificar algunos aspectos porqué llegó a realizar trazas sobre el mismo. El puente se levantó, lentamente hasta los últimos años del siglo XVI. El puente de piedra estaba condenado a desaparecer. Se llegó a decir que se demolió, al no haber un proyecto para desmontarlo piedra a piedra y volverlo a montar corrigiendo sus disfuncionalidades geométricas. Al final, después de siglo y medio, el 29 de marzo de 1895 el puente de piedra fue demolido, dando paso al puente actual.