Tormenta en Ambiciones

Pepa Caballero, exmano derecha de los Janeiro durante diez años, ha materializado su venganza contra el clan en forma de libro. Me cuentan que saldrá a la luz a finales de año y la encargada de escribir estas confidencias es la periodista Joana Morillas. En él se revelan los secretos mejor guardados de Ambiciones y los motivos no afectivos que les han llevado a estar unidos durante años. Un regalo envenenando en medio del anuncio del regreso de Jesulín a la plaza y de su reboda con su mujer María José Campanario, aún apartada del foco mediático mientras intenta vencer la fibromialgia. Y es que a pesar de que la pareja atravesó duros momentos hace unos meses, parece que la relación ha salido más reforzada o por lo menos lo suficiente como para poder escenificar de nuevo una unión que se verá bien recompensada por una generosa exclusiva que recibirán de su revista de cabecera a finales de octubre.


Lo que no alcanzan a imaginar son los trapos sucios que está dispuesta Caballero a lavar. La mala administración de Carmen Bazán y su hija Carmen Janeiro le costaron a la exrepresentahte una multa de 72.000 euros ante la Udyco (Unidad de Drogas y Crimen Organizado). Al parecer las féminas del clan también facturaban a través de sociedades interpuestas. A diferencia de un confidente que hace meses amenazó con revelar los secretos societarios de los Janeiro-Bazán, a cambio de obtener algún privilegio penitenciario, la exrepresentante promete aportar documentación de todo. Y no es precisamente alguien que se tire faroles, sino que se lo pregunten a Raquel Bollo, de la que también fue representante y a la que tiene embargada hasta la nómina de «Viva la Vida» (Telecinco) por una deuda de 30.000 euros.