Victoria Kent: la lucha por una sociedad sin cadenas
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En mayo de 1925 ABC se hacía eco de la intervención de Victoria Kent ante el Palacio de Justicia, hoy Tribunal Supremo - ABC
El mismo empeño que puso en cada uno de sus casos lo extrapoló a los presos como directora general de Prisiones, cargo que ejercería durante tres años. Su afán por dignificar y humanizar las cárceles y priorizar la reinserción por encima del castigo, le llevó a eliminar los grilletes y las cadenas en los centros penitenciarios: ordenó fundirlos y erigir una estatua en honor a Concepción Arenal, a quien admiraba profundamente. En su haber tiene también haber cerrado cárceles que compartían espacio con escuelas o cuadras, la mejora de las condiciones de vida de los reclusos, el indulto a los presos mayores de 70 años o la construcción de la cárcel de mujeres de Ventas. Su proyecto de reforma no convenció al ministro de Justicia, y acabó dimitiendo al ver que no se le dejaba avanzar: «Yo no he venido aquí para sentarme en una mesa», le espetó.
De su apasionado debate en las Cortes con Clara Campoamor sobre el voto de la mujer (1 de octubre de 1931), Kent ha sido la gran perjudicada, quizá porque no se entendió bien su compromiso feminista. A diferencia de Campoamor, que quería el reconocimiento inmediato de ese derecho para las españolas, Kent era partidaria de la conquista de los derechos sociales primero para poder votar luego con total libertad, sin condicionantes. Su máxima era que «para defender un ideal hay que convivir con él».