La política catalana sigue quemando etapas a una velocidad de vértigo. Ni el PDeCat (partido heredero de la CDC convertida al soberanismo), ni JxCat (la plataforma electoral impulsada por el expresidente catalán Carles Puigdemont para concurrir a las elecciones del 21-D) parecen ser instrumentos válidos para alcanzar los objetivos de los independentistas. El mismo Puigdemont y el actual presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, presentaron ayer la Crida Nacional per la República, un "instrumento político" transversal y ideológicamente plural que aglutine a todos los soberanistas con el fin de lograr la república catalana. El político gerundense ha impuesto su línea en la estrategia de la familia política postconvergente y apunta claramente a la autodeterminación y al legado del referéndum del 1-O y de la declaración de independencia ante otras opciones más posibilistas.