Sociedad Civil Valenciana nace como «contrapeso» de la política
Sociedad Civil Valenciana ha saltado esta mañana oficialmente a la palestra pública como «contrapeso» a la política y para hacer frente al «déficit de instituciones que representa el interés general».
Así lo ha explicado su presidente, Fernando Mut Oltra, durante la presentación de esta plataforma «sin ánimo de lucro». Se trata de una sociedad «transparente, deliberativa e independiente» que cuenta, de manera fundacional, con una quincena de miembros «trasversales» y de diferentes ideologías. «Somos todos hijos de la razón y la ilustración», ha asegurado Mut como rasgo identificativo del grupo, al que ha considerado «totalmente europeo, español y valenciano».
El objetivo de Sociedad Civil Valenciana es «incidir en el ámbito de lo público» pero sin marcar «temas concretos» en sus previsiones. A través de seminarios, conferencias o apoyos públicos comenzará en los próximos meses a hacerse efectiva su entrada en el contexto social valenciano.
Las principales temáticas que abordará la organización son «la transparencia como modelo de desarrollo», el diseño de la Comunitat Valenciana «como espacio de oportunidades» (especialmente se impulsará una mejora de la relación entre las tres provincias a raíz del gran número de empresas que están llegando a suelo valenciano en los últimos meses), la educación y el conflicto lingüístico (un aspecto que a Mut le «preocupa de forma especial»). También el desarrollo de infraestructuras, la despoblación en las comarcas centrales, el problema del agua o la politización.
«Libertad de actuación»
Resulta dificil no asociar Sociedad Civil Valenciana con su homóloga catalana, dado el peso que esta última ha tenido desde hace meses. Mut ha destacado la «amistad y federación» que une a la nueva plataforma valenciana no solo con Sociedad Civil Catalana, sino también con organizaciones que portan el mismo nombre y objetivos en Baleares, Navarra o Canarias. No obstante, ha señalado que todos trabajan «con libertad de actuación» y que «la problemática catalana es bastante diferente a nuestra situación».