Vendida la casa más cara del mundo por 200 millones
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La mansión mide 3.500 metros cuadrados y reposa sobre una colina de Los Angeles, concretamente en el exclusivo distrito de Bel Air. Fueron necesarios casi 6 años para terminarla y dotarla de las cualidades que la convirtiesen en una vivienda extraordinaria. Sin embargo hace casi un año que buscaba comprador.
La piscina infinita rodea la propiedad como si fuera el foso de un antiguo castillo - Curbed
La vivienda es de estilo contemporáneo y está construída en piedra y cristal. Su estructura está tomada por el equilibrio y la línea recta y en su interior caben 12 dormitorios y 21 cuartos de baño. De entre estos departamentos destaca su suite principal, una habitación de capricho dotada de todas las comodidades dentro de sus 500 metros cuadrados: tiene vestidores, oficina, cocina, cuarto de baño con spa y piscina privada.
Cuando le preguntaron al ideólogo del extravagante proyecto qué perfil de cliente estaría tan interesado como para desembolsar esa cantidad de dinero, no dudó. «Está pensada para un multimillonario que pise Los Angeles por primera vez y quiera darse a conocer», explicó. La vivienda sería el gancho que le daría popularidad y tejiera sus relaciones sociales, por eso una de las más impresionantes salas de la mansión es una discoteca de diseño con varias barras, techos LED y piscina climatizada.
Bolera - Curbed
No faltan en la mansión salas dedicadas a organizar eventos y rincones que harán las delicias de los más sibaritas, como la sala de cigarrillos o la enorme bodega de champagne. También hay espacio para los caprichos del niño que sobrevive dentro de todo adulto, por eso en su sala de juegos brillan los colores vivos de los dispensadores de golosinas.
Para mitigar el estrés que impera en la atmósfera «hollywoodiense», los siete empleados de la casa se encargarán tanto de elaborar las viandas favoritas del propietario como de mantener siempre a punto el spa completo de la casa; junto a él un salón de belleza de gran tamaño pondrá a punto al inquilino para las reuniones de última hora. En el interior de la vivienda se cuentan 4 piscinas, pero la más grande está en el exterior y es toda una joya del diseño: es infinita y rodea la propiedad imitando al foso de un castillo.
Spa privado - Curbed
McClean conoce a la perfección los gustos de los millonarios de la región y la manera en la que despliegan su cola de pavo real ante las visitas a las que desean impresionar, por eso una de las habitaciones más icónicas de la casa es una sala de exposición de coches de lujo. Los más impresionantes son un Lamborghini Roadster y un Rolls Royce Dawn, ambos dorados. Si el desplazamiento se hiciera en jet privado debe tomarse en el helipuerto, que está dentro del complejo y a pocos metros de la vivienda principal.
Tampoco podía faltar el arte, en sus paredes destacan tres obras originales de Damien Hirst, el héroe de la década de 1990. También se distinguen objetos creados por el diseñador Roberto Cavalli y más de 100 creaciones de artistas contemporáneos.
En ninguna casa del distito falta un cine y ésta no podía ser menos, cuenta con una sala IMAX que rivaliza en tamaño con la de cualquier centro comercial de la zona. Tiene 45 butacas de piel de primera calidad.
Cine Imax - Curbed
Pero las excentricidades no acaban ahí, los visitantes también podrán reunirse y pasar la tarde en la bolera, en el casino o deleitarse con los contoneos de la habitación de las medusas, cuyas paredes son tanques en donde nadan estos animales. Cuando se le preguntó al arquitecto la razón de esta inquietante propuesta fue escueto: «simplemente porque es genial».
McClean tardó cuatro años en definir el proyecto, dar forma a los planos y concretar los detalles desde que le confiaron tamaña empresa. Contaba con una finca de 10.000 metros cuadrados en la que tenía plena libertad para definir su edén particular sin escatimar en gastos. Lleva décadas dedicado a perfilar el lujo para los más exigentes residentes de Los Angeles, entre los que se cuentan Jennifer López y Jay Z, Calvin Klein y malogrado Dj Avicii.