Rusia multiplica los bombardeos de Ucrania, que rechaza incursión en Bajmut
Desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero de 2022, las potencias occidentales aplicaron sanciones económicas y financieras contra Rusia.
Kiev. Ucrania fue blanco este sábado de numerosos bombardeos rusos y rechazó una incursión en la asediada ciudad de Bajmut (este), al día siguiente de que las potencias occidentales le prometieran armas de mayor alcance para resistir a la invasión.
"El enemigo se está agrupando en algunas zonas y concentra sus mayores esfuerzos en operaciones ofensivas hacia Kupiansk, Lyman, Bajmut, Avdiivka y Novopavlivka", todas en el este, indicó el Ministerio ucraniano de Defensa.
Avdiivka, en la línea de frente de la región de Donetsk, fue blanco por la mañana de un bombardeo “masivo” de artillería. Kramatorsk, unos 100 km al norte, fue impactada durante la noche por disparos de cohetes, indicaron las autoridades ucranianas.
En las últimas 24 horas, tan solo en la provincia meridional de Zaporiyia se registraron bombardeos contra "infraestructuras civiles" de 26 localidades, de acuerdo con las mismas fuentes.
La artillería rusa también hostigó la ciudad de Jersón, que las tropas rusas tomaron al inicio de la guerra hace casi un año pero que fue recuperada en noviembre por una contraofensiva ucraniana.
Incursión fallida en Bajmut
Los guardias fronterizos ucranianos indicaron que habían rechazado “un ataque de los invasores” y que los obligaron a replegarse de un suburbio de Bajmut.
El enfrentamiento se produjo cuando una misión de reconocimiento aéreo detectó que "el enemigo se preparaba a atacar" esa localidad que los ucranianos defienden desde hace semanas con uñas y dientes.
"Esta semana, las fuerzas de ocupación rusas desplegaron todos sus esfuerzos para penetrar nuestras defensas y rodear Bajmut y lanzaron una gran ofensiva en el sector de Lyman. Pero fracasaron, gracias a la resistencia de nuestros soldados", afirmó la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Maliar.
"Nadie entregará Bajmut [...] Combatiremos tanto cuanto podamos" para defender esa "fortaleza", declaró el viernes el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Algunos barrios de esta ciudad, en la cual quedan apenas 6.500 habitantes de los 70.000 que tenía antes de la guerra, fueron reducidos a ruinas.
Odesa, una ciudad portuaria a orillas del mar Negro, sufrió un apagón que afectó a 500.000 habitantes.
El incidente se debió a una avería en una central eléctrica que en los últimos tiempos fue bombardeada varias veces por Rusia, indicó el jefe de la administración regional, Maksym Marchenko.
El jefe de la administración presidencial ucraniana, Andrii Yermak, dio parte de un canje de 116 presos ucranianos por 63 rusos.
Embargo sobre los productos petroleros rusos
Las potencias occidentales prometieron el viernes entregar armas de mayor alcance a Ucrania y la Unión Europea (UE) respaldó la candidatura de la exrepública soviética para adherir al bloque, en una cumbre en Kiev.
Estados Unidos anunció un nuevo paquete de asistencia, de 2.200 millones de dólares en armamento, que incluye cohetes que casi podrían duplicar el alcance de la artillería ucraniana.
Se trata de las Bombas de Pequeño Tamaño Lanzadas desde Tierra (GLSDB por sus siglas en inglés), misiles de pequeño diámetro que pueden volar hasta 150 km y, por lo tanto, amenazar las posiciones rusas detrás de las líneas de frente.
Pero "la entrega de los GLSDB no ocurrirá antes de varios meses", precisó el Ministerio estadounidense de Defensa.
Francia e Italia entregarán por su lado un sistema de defensa antiaérea tierra-aire de medio alcance MAMBA, para ayudar a Ucrania a "defenderse de los ataques de drones, de misiles y de aviones rusos", indicó el Ministerio francés de Defensa.
Y Portugal se dijo el sábado dispuesto a enviar tanques alemanes Leopard 2 a Ucrania.
Desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero de 2022, las potencias occidentales aplicaron sanciones económicas y financieras contra Rusia.
Este domingo entrará en vigor un embargo de la Unión Europea (UE) a los productos petroleros refinados rusos exportados por vía marítima.
Una medida que, según Moscú, tendrá un impacto “negativo” porque “desequilibrará aún más” los mercados.