La crítica de Iago Aspas a Luis Enrique

El delantero del Celta regresa a la selección después de casi cuatro años de ausencia

«Para mí es un orgullo y un privilegio poder defender a mi país, a la selección. Me hubiera gustado volver antes, pero había otro seleccionador y creía que otros compañeros eran mejores. Hay un cambio de ciclo, otro seleccionador y estoy muchas ganas y deseando tener minutos», reconoce Iago Aspas, que llevaba casi cuatro años esperando el momento de volver a ser convocado por la selección. El último partido que jugó fue el 7 de junio de 2019 en las Islas Feroe.

Iago había sido un fijo en la primera etapa de Luis Enrique, que terminó en esa convocatoria. Jugó cinco partidos, cuatro de ellos de titular, pero no marcó ningún gol.

Robert Moreno no lo convocó cuando asumió el cargo de seleccionador y Luis Enrique tampoco lo reclamó en su segunda etapa. «Eran momentos difíciles cuando llegaba la lista y veía que no estaba y hacía las cosas bien en mi equipo», reconoce. Le quedaba el consuelo del cariño de la afición. «Era algo reconfortante. Iba a todos los estadios y la gente me decía que tenía que ir, pero el que toma la decisión es el seleccionador y tocaba esperar otra oportunidad», asume. El exseleccionador no lo convocaba, pero presumía de tenerlo en el Fantasy, algo que Aspas se toma con humor. «Seguro que era amigo de algún cronista que me ponía buenas puntuaciones», dice.

Esa oportunidad le ha llegado ahora, después de la marcha de Luis Enrique, al que la Federación no le renovó el contrato después de caer en los octavos de final del Mundial contra Marruecos. Aspas lo vivió como cualquier aficionado. «Estaba deseando que metiera gol la selección», dice. Y después le sale el observador de fútbol y futuro entrenador que lleva dentro para analizar aquella derrota. «España tenía un modelo muy marcado, no teníamos plan B y cuando se atascaba el plan A no había otro registro de futbolistas para dar la vuelta a la situación», explica. «Desde mi punto de vista, eh», añade para suavizar la crítica a Luis Enrique.

Uno de los motivos de las ausencias de Aspas en la selección era su falta de implicación en defensa y que el Celta juega sólo para él, algo que no se puede permitir la Roja, en opinión del antiguo seleccionador. «No estaba muy de acuerdo con eso», confiesa Iago. «No tuve una charla con Luis Enrique para hablar de eso. En mi equipo tengo que correr como el que más, los datos están ahí cada fin de semana corro 10 kilómetros. Son los números. Y no podemos depender de un solo jugador porque los demás equipos te aniquilan», añade. «Soy un futbolista versátil, que puede jugar en varias posiciones, tengo varios registros y estoy aquí para lo que pueda ayudar y para lo que necesite el míster», dice.

Esa versatilidad es una de las cosas que más valora el nuevo seleccionador, Luis de la Fuente. Pero no quiere elegir un lugar en el campo. «Lo que me gusta es jugar. Estar dentro del terreno de juego es la mejor posición para cualquier futbolista. El míster me ve como delantero o segunda punta, como me ve en mi equipo. Puedo ser un jugador que juegue por fuera también. Eso puede ser bueno o puede ser malo y ser el suplente de todos», bromea Aspas.

El capitán del Celta llega para solucionar también uno de los problemas que ha tenido la Roja en los últimos tiempos, el del gol. «Ahora el míster trajo a los tres máximos goleadores nacionales», dice. Joselu y Borja Iglesias, dos gallegos como él, completan el trío de goleadores españoles. «Si no hay gol no se qué se le puede decir. El míster trae varios registros de jugadores, no se ciñe sólo a un plan como en la anterior etapa», resume Iago en su regreso a la Roja.

Bryan Gil abandona la concentración

Unas molestias que le impedían entrenarse con normalidad han mandado a casa a Bryan Gil. El extremo del Sevilla es el tercero de la lista original de Luis de la Fuente que no llega a los partidos contra Noruega y Escocia. Aunque Bryan, que ya había contado en ocasiones anteriores para Luis Enrique, no tendrá sustituto. La premura de tiempo y la amplitud de la lista hace que el seleccionador no llame a nadie en su lugar. Se queda con 25 jugadores y tendrá que descartar a dos para cada convocatoria.

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