La presencia del delegado del Gobierno, Francisco Martín , en el pleno del Palacio de Cibeles, este martes, en el palco de visitas, durante la sesión extraordinaria del Debate sobre el estado de la ciudad , ha desatado la tensión desde el principio. La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, ha dado la bienvenida a Martín: «Permítanme que comience mi intervención agradeciendo la presencia a las autoridades que nos acompañan, al delegado del Gobierno, al que usted, señor Almeida, eso sí, se ha olvidado de saludar». Al mediodía, mientras la sesión continuaba –el debate municipal ha terminado sobre las 12.45 horas–, el delegado ha convocado a los periodistas en la antesala del hemiciclo para hacer declaraciones. «Salgo de este debate decepcionado, decepcionado con el discurso del alcalde, un discurso autocomplaciente, y que en absoluto atañe ni aborda los problemas que tiene Madrid», ha aseverado Martín. El representante del Gobierno central en la región ha criticado la «posición de insumisión» de Almeida respecto a la Ley de Vivienda y ha lamentado que no percibe «ninguna señal de cambio» en «esa política de confrontación continua, de bloqueo institucional de las instituciones madrileñas con el Gobierno de España». Una hora más tarde, Almeida ha comparecido en la misma antesala con una postura firme: «Desde el Ayuntamiento de Madrid vamos a replantearnos la relación, no con la Delegación del Gobierno, sino con el delegado del Gobierno, desde un punto de vista institucional». La relación entre ambas instituciones se había crispado en las últimas semanas a raíz de la celebración del Mad Cool, aunque la brecha parecía resuelta y el delegado del Gobierno ha insistido este martes en mantener una «reunión política». Pero esa tregua se ha roto. «Nos hemos cansado de sus insultos y menosprecios», ha declarado Almeida, «[Martín] ha decidido ser jefe de la oposición, ha opacado a [la portavoz socialista en la capital] Reyes Maroto y ha decidido convocar a los periodistas mientras se seguía celebrando el debate. Es una falta de respeto». Aunque el regidor no ha detallado en qué consistirá ese replanteamiento de la relación entre ambas partes, sí ha deslizado que reconsiderarán las futuras invitaciones a Martín a actos institucionales. «Es muy difícil tener interlocución personal con quien te insulta, con quien tiene una actitud grosera. No voy a aceptar que el delegado esté permanentemente criticando al ayuntamiento», ha zanjado Almeida.
