Comerciante amarra presas de pollo frito para evitar robos en su carretilla: "Eso es marketing"
Lima, una de las ciudades más peligrosas de Latinoamérica, enfrenta un desafío constante con el robo en mercados y calles. A menudo, los comerciantes que venden en zonas populares como Tacora deben encontrar formas creativas para proteger sus productos y sobrevivir. Tal es el caso de una carretillera que sorprendió a muchos con una técnica poco convencional: amarrar las presas de pollo frito a su carretilla.
En un video que circula por TikTok, se muestra cómo la vendedora coloca las presas de pollo frito en la parte delantera de su carretilla y las asegura con cuerdas para evitar que sean sustraídas por los transeúntes. La idea, aunque peculiar, refleja la realidad de los comerciantes ambulantes en Lima, quienes luchan día a día contra la inseguridad en Lima.
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La estrategia viral de una vendedora en Tacora para proteger su comida
Tacora, una de las cachinas más populares y conocidas por su alto índice de delincuencia, es escenario frecuente de enfrentamientos entre los vendedores y la inseguridad. En este contexto, los comerciantes se ven obligados a implementar medidas improvisadas para garantizar la seguridad de sus productos. La carretillera, que ofrece variedad de comida peruana, desde pescado frito con frejoles hasta lomo saltado, ha encontrado una forma de proteger sus presas de pollo broaster de posibles ladrones: amarrarlas a su carretilla.
Este tipo de medida es cada vez más común entre los comerciantes en Lima, quienes deben hacer frente a la creciente inseguridad en Lima. La vendedora, al amarrar sus presas de pollo frito, no solo asegura sus productos, sino que también muestra al público cómo una situación de riesgo puede ser transformada en una oportunidad para destacar.
Reacciones en TikTok ante la innovadora medida de seguridad
El video compartido en TikTok desató un sinfín de reacciones entre los usuarios de la plataforma. Muchos se sorprendieron al ver la carretillera aplicar esta medida de seguridad, especialmente en un lugar conocido por la delincuencia. Algunos usuarios halagaron la creatividad de la vendedora, sugiriendo que este tipo de medidas no se ven ni en supermercados, considerados lugares con mayores recursos de seguridad. Los comentarios fueron variados: “Eso es marketing”, “¿No sería mejor ponerlos detrás de la vitrina?”, “Qué creatividad, el Perú siempre innovando”, entre otros.
Sin embargo, también hubo quienes se preocuparon por la situación de inseguridad que refleja este acto. Algunos de ellos comentaron que la medida es una triste muestra de los niveles de inseguridad que enfrentan los comerciantes ambulantes en las calles de Lima. “A qué nivel hemos llegado”, escribieron otros, aludiendo a que este tipo de medidas son cada vez más necesarias en un contexto de creciente violencia en la ciudad.