Escrivá, tras cocinar el informe anual para no criticar al Gobierno, defiende la independencia del Banco de España para actuar con "autoridad y credibilidad"
"La independencia del Banco de España es clave para su legitimidad y eficacia". Así ha defendido el gobernador del supervisor bancario, José Luis Escrivá, la autonomía de la institución es fundamental ante la "creciente complejidad de sus funciones y las exigencias de un entorno financiero cada vez más global y fragmentado". Durante su participación en el evento 'International Legal España', Escrivá ha subrayado que la legitimidad del Banco de España, como banco central independiente, depende de su capacidad para cumplir su mandato "de forma efectiva", preservando la estabilidad de precios y financiera, y operando "con profesionalidad y disciplina".
Las palabras del gobernador cobran especial trascendencia después que "cocinara" el informe anual del supervisor para eliminar las críticas más duras al Ejecutivo de Pedro Sánchez y a la reforma de las pensiones que él mismo impulsó como ministro de Seguridad Social. En ese informe "matizado" se dejaba de lado un análisis exhaustivo sobre el sistema de pensiones y mostraba un tono mucho menos crítico que en anteriores ediciones con asuntos como el déficit, la deuda o la fiscalidad. Además causó sorpresa que no se incorporaran las habituales recomendaciones de política económica que incluye esta publicación y fue especialmente llamativa la candidez en las apreciaciones macroeconómicas con el Gobierno y la supresión de capítulos propios sobre el sector financiero o la vivienda, que se cerraron con solo unas pocas conclusiones generales.
Pero Escrivá no parece haberse dado por aludido y ha señalado que la independencia "no es un privilegio", sino una necesidad para que la institución pueda actuar con "autoridad y credibilidad", especialmente en tiempos de incertidumbre y crisis, cuando el marco legal y la autonomía operativa resultan esenciales para la toma de decisiones técnicas y objetivas. En este sentido, ha advertido de que la expansión de las responsabilidades del banco central, que ahora abarcan desde la política monetaria hasta la supervisión macroprudencial y microprudencial, la estabilidad financiera, la resolución de crisis y nuevos ámbitos como el cambio climático y la digitalización, exige una "interpretación rigurosa y restringida de su mandato legal".
Por ello, el gobernador ha insistido en que el Banco de España "no puede asumir funciones que corresponden a otras instituciones" y que, "como organismo no elegido democráticamente", debe ejercer sus poderes "dentro de los límites claramente definidos por la ley". Escrivá ha destacado que la independencia institucional, legal, funcional y financiera del Banco de España está protegida por la Ley de Autonomía de 1994 y por los tratados europeos, garantizando que la institución pueda actuar "sin injerencias gubernamentales" y con recursos suficientes para cumplir su misión.
Eso sí, al menos ha reconocido que la independencia debe ir acompañada de "una mayor transparencia y rendición de cuentas", especialmente ante la creciente demanda social de claridad y participación en la toma de decisiones públicas. "Sin rendición de cuentas, la independencia puede parecer opaca o ilimitada. Sin legitimidad, incluso las decisiones técnicamente más sólidas pueden tener dificultades para obtener la aceptación pública". Para justificar esta afirmación ha señalado que ha puesto en marcha una revisión externa de su Ley de Autonomía y ha creado una Oficina de Evaluación Independiente, con el objetivo de reforzar la excelencia, la transparencia y la confianza en la institución.
Escrivá ha concluido que la credibilidad del Banco de España dependerá de su "disciplina institucional, la claridad en la interpretación de su mandato y el compromiso con los principios de legalidad y servicio público" y ha reafirmado que la confianza en la institución es "su activo más valioso", y que solo puede preservarse a través de "la independencia, la transparencia y la rendición de cuentas", ninguna autocrítica ni referencia al "troceo" de la institución en favor de los socios independentistas catalanes del Gobierno, ni de echar balones fuera para no explicar los cambios de organización que han levantado muchas ampollas internas, ni la falta de críticas a las consecuencias macroeconómicas o sobre las pensiones de decisiones tomadas por el Ejecutivo de Sánchez.