Alicante ya huele a pólvora, pero no solo en las mascletás de la plaza de Luceros. Con la llegada de las Hogueras, el estruendo de los petardos vuelve a llenar plazas y calles en una mezcla de color y sonido que gusta igual a grandes y pequeños. Las casetas de pirotecnia, que estos días se ubican en las aceras de la ciudad, no solo son un punto de venta, sino un punto de búsqueda de novedades año tras año.