EL inicio oficial de las obras del nuevo tramo del metro estuvo marcado por un 'excepcional' clima institucional, donde volaron los reproches y los dardos dialécticos entre la ministra, el alcalde y el presidente autonómico. Se trató del típico acto en el que las distintas administraciones públicas pugnan entre ellas para obligar a que el votante averigüe quién le quiere más, si 'papá Estado socialista' o 'mamá Junta popular'... Uno de esos días en los que nadie se acuerda convenientemente del papel de doña Úrsula y compañía. Analicemos una cuestión: ¿Quién paga realmente la nueva línea del metro hispalense? El liderazgo político de esta iniciativa parte de la Consejería de Fomento en tiempos de Marifrán Carazo, pero la financiación inicial...
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