Estas son las mejores playas de Cádiz en 2025
Desde amplios arenales urbanos perfectos para pasar el día en familia, hasta calas recónditas, la provincia ofrece un gran abanico de playas. Todas tienen como denominador común la arena blanca y el agua cristalina
La playa que conserva su forma original en uno de los tramos más protegidos del litoral asturiano
Cádiz, con su extensa costa bañada por el Atlántico, es un destino ineludible para los amantes del sol y el mar. Desde amplias extensiones de arena dorada hasta calas recónditas, la provincia ofrece un gran abanico de playas, desde extensos entornos urbanos perfectos para pasar el día en familia, pasando por lugares salvajes y recónditos. Todas tienen como denominador común la arena blanca y las aguas cristalinas.
El sol, el mar, y la cultura gaditana crean una combinación perfecta para todo tipo de viajeros, independientemente de si buscan un largo y tranquilo viaje o una escapada intrépida. En los 140 kilómetros de extensión que tiene la costa de Cádiz hay un gran abanico de playas,
En la conocida como Costa de la Luz, estas son las mejores playas de Cádiz según los rankings de viajeros en este 2025, que ofrecen tanto paseos tranquilos por la orilla del mar como tardes de deporte y aventura.
Playa de Zahara de los Atunes (Barbate)
Se trata de una kilométrica playa de 1.800 metros, marcada por la historia del antiquísimo asentamiento pesquero que le da nombre, Zahara de los Atunes. Destaca la anchura de su superficie de arena seca, perfecta para dar largos paseos a lo largo del día. Entre las dunas de arena se pueden distinguir los hoteles y restaurantes dispersados por toda la línea de costa.
Los Duques de Medina Sidonia residían en un palacio a pie de playa que ha sobrevivido a nuestros días. Los nobles acudían allí durante la temporada de la “levantá” de la almadraba, la técnica utilizada para la pesca de los atunes en el municipio. El edificio no solo era una residencia, en esos momentos también era un auténtico centro neurálgico, donde se gestionaban asuntos militares y se manufacturaba el atún que se pescaba en la zona.
Playa de Bolonia (Tarifa)
A 15 minutos en coche de la localidad de Tarifa se encuentra la Playa de Bolonia, una eterna costa de 7.000 metros en estado semisalvaje. Hay un único acceso, por la N-340, a través de una carreta estrecha y sinuosa de doble sentido, lo que explica que la zona esté poco urbanizada. Además, se encuentra casi a la frontera del Parque Natural del Estrecho, lo que ha protegido el entorno a lo largo de los años.
La Playa de Bolonia es vecina de la Playa de Zahara de los Atunes, aunque ambos entornos están separados por acantilados. Comparte características con este entorno aledaño, como la arena blanca y fina; la brisa suave del mar, ininterrumpida gracias a lo abierto que es el espacio; y sus aguas cristalinas. También es hogar de una duna con un tamaño destacable bautizada la duna de Bolonia, y declarada Monumento Natural en 2001
Cala de los Alemanes (Tarifa)
Muy cerca de la playa de Zahara de los Atunes, pero en el término municipal de Tarifa, se encuentra la Cala de los Alemanes. Se trata también de otra playa de gran extensión, con unos 1.500 metros de largo y una anchura de unos 50 metros. Es una playa tranquila y menos urbanizada, por lo que es perfecta para una jornada en la que se quiera combinar el ejercicio ligero con un baño relajante.
Ha perdido parte de su sistema dunar por la proliferación de aparcamientos y caminos de tierra, pero aún se pueden apreciar algunas dunas. En esta zona las aguas son limpias y cristalinas, perfectas para el baño.
Playa de Faro de Trafalgar (Barbate)
Otra playa célebre del municipio de Barbate es la del Faro de Trafalgar. Oculta entre los acantilados que marcan la costa del municipio, este entorno marítimo se encuentra recogido entre los pinares del Parque Natural de la Breña y las Marismas de Barbate.
El entorno, digno de postal, no solo es reconocible por sus formaciones rocosas y sus aguas turquesas, también por el imponente faro que le da nombre. Una estructura de 39 metros de altura que se erigió sobre la playa en el año 1860. Medio siglo antes de su construcción tuvo lugar la derrota de la escuadra franco-española a manos de la inglesa en 1805.
Playa de Roche-Puerco (Conil)
Si buscas una playa virgen y tranquila, la Playa de Roche-Puerco es una opción estupenda. Por si fuera poco, este pequeño trozo de paraíso tiene una arena dorada lamida por un mar poco profundo, con un oleaje moderado. Pese a no ser una zona urbana, cuenta con los servicios básicos de limpieza de playa, papeleras y duchas. En el entorno también hay un chiringuito y hay una zona de aparcamiento junto a la urbanización que bordea la costa.
El acceso es difícil, a través del descenso de una rampa muy inclinada, por lo que es recomendable que lleves a este destino un equipamiento de playa ligero. Por las dificultades de llegar a la playa y por su lejanía de grandes núcleos urbanos, es una zona que rara vez se abarata de turistas.
Playa de Valdevaqueros (Tarifa)
En el municipio de Tarifa se encuentra una de las mejores playas para practicar deportes acuáticos. Con una extensión de más de 4.000 metros, este entorno es conocido por ser todo un paraíso del windsurf. Este deporte, también conocido como tabla a vela, tiene su casa en estas aguas, gracias a su viento, su oleaje y las dimensiones de su costa. El ambiente de la zona es enérgico y dinámico, en contraste con las de otras playas de Cádiz, más destinadas a jornadas tranquilas.
Los eventos culturales, como conciertos, son habituales en esta playa, a la que puedes acceder a través de la carretera A-2325.
Playa de la Caleta (Cádiz)
En el centro histórico de la ciudad de Cádiz se encuentra la Playa de la Caleta, antiguo puerto natural para civilizaciones como los fenicios, los cartagineses y los romanos. Se trata de la playa de menor extensión de la capital de provincia, de unos 450 metros de largo y unos 30 de ancho.
Su atractivo reside en su entorno. A su alrededor se encuentran los castillos de San Sebastián y Santa Catalina, frente al antiguo Hospital de Mora, la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales y junto a la Facultad de Ciencias del Trabajo del Campus de Cádiz de la universidad del mismo nombre, en pleno barrio la Viña. Destaca también su antiguo balneario, actualmente sede del Centro de Arqueología Subacuática de Andalucía. En esta playa se encuentra el antiguo balneario de la ciudad, declarado Bien de Interés Cultural, que a día de hoy acoge el Centro de Arqueología Subacuática de Andalucía.
Playa Fuente del Gallo (Conil)
Abrazada por un imponente acantilado se encuentra la Playa Fuente del Gallo, frecuentada por amantes de la pesca submarina. La formación rocosa, de un característico color amarillo, recorre toda la parte posterior de la playa amurallando los 1.200 metros de extensión del entorno. La plataforma rocosa también está presente en el fondo, con una estructura frecuentada por submarinistas conocida como Las Tres Piedras.
Para llegar a la playa se pueden utilizar los accesos que parten de la calle Sevilla, a través de una suave rampa.
Playa de Camarón (Chipiona)
En Chipiona se encuentra la Playa de Camarón, muy tranquila incluso en temporada alta, puesto que está algo apartada del centro del municipio. Tiene un curioso ecosistema, frecuentado por camaleones que recorren las dunas del entorno.
Es un lugar que ha preservado su cultura de pesca tradicional, por lo que es posible observar múltiples corrales de pesca a lo largo de sus 1.400 metros de longitud.
Playa de los Lances (Tarifa)
Otro entorno popular entre los amantes del windsurf es la Playa de Los Lances, en Tarifa, una playa abierta de 226 hectáreas de superficie. No solo eso, ya que el fondo de sus aguas está plagado de barcos hundidos, por lo que es un lugar frecuentado por submarinistas.
Desde este punto de la costa es posible avistar el Estrecho de Gibraltar y la costa del norte del continente africano. Su localización geográfica la ha convertido en una zona de retorno de aves en la travesía al Estrecho durante sus periodos de migración, por lo que es una buena zona para dedicarse a la observación de distintas especies, como la garza real o la gaviota de Audouin, especialmente en días de mucho viento.