Los seis meses de Murtra al frente de Telefónica en cifras
Marc Murtra, que transformó Indra en una referencia tecnológica y de Defensa global, asumió el liderazgo de Telefónica en sustitución de José María Álvarez-Pallete hace medio año, un periodo que ha estado marcado por las salidas de Hispanoamérica, el repunte del valor en Bolsa y la puesta en marcha de una reflexión estratégica que dará lugar a un plan, el cual será presentado antes de fin de año. Repasamos estos seis meses de Murtra al frente de la teleco española en cifras.
Murtra fue nombrado presidente de la teleco el pasado 18 de enero, una decisión que fue ratificada con un respaldo del 90,75% en la Junta General de Accionistas celebrada en abril. Además de recibir un respaldo mayoritario del accionariado total de la firma, Mutra también se ha coronado como un presidente de consenso de los accionistas mayoritarios de Telefónica, al contar con el apoyo del núcleo duro de la teleco: la SEPI, la teleco saudí STC, CriteriaCaixa y BBVA, que representan el 35% del accionariado.
Durante sus seis meses al frente de una de las principales empresas del Ibex 35, el valor en Bolsa de Telefónica ha subido en 3.000 millones de euros, lo que supone una revalorización del 13,5%. En concreto, el valor de la acción ha pasado de 3,970 euros el 17 de enero a 4,50 euros a cierre del 18 de julio. Tras este repunte, actualmente Telefónica se sitúa en la undécima posición por capitalización bursátil entre las 35 cotizadas del Ibex, con un valor que asciende a los 25.500 millones de euros.
Con estos datos Telefónica se consolida como una apuesta bursátil sólida y rentable. Por ello, el 77% de los analistas recomiendan comprar o mantener las acciones de Telefónica, según el consenso que recoge Bloomberg. Uno de los principales atractivos de la compañía es su rentabilidad por dividendo, que actualmente se sitúa en torno al 6,7%, convirtiéndola en una de las más interesantes del Ibex 35 para los inversores que buscan ingresos recurrentes. La rentabilidad por dividendo es el porcentaje que un accionista obtiene cada año en forma de dividendos respecto al precio que ha pagado por la acción. En este caso, Telefónica reparte 0,30 euros anuales por acción y su cotización ronda los 4,50 euros, lo que genera ese rendimiento estimado del 6,7%.
En estos seis meses, la compañía también ha dado un impulso a las salidas del grupo en Hispanoamérica, un proceso de desinversión que llevaba pendiente desde 2019. Cinco ventas ha acometido Murtra en la región desde que es presidente de Telefónica. El pasado 24 de febrero la compañía vendió su filial en Argentina a Telecom Argentina -controlada por el grupo mediático Clarín- por unos 1.190 millones de euros, mientras que el 13 de abril vendió su subsidiaria en Perú a la firma argentina Integra Tecc International por alrededor de 900.000 euros. Telefónica también vendió el pasado marzo su filial en Colombia a Millicom por alrededor de 368 millones de euros. Asimismo, a finales de mayo alcanzó un acuerdo con Millicom para vender el 100% de su filial en Uruguay por 389 millones de euros y el 14 de junio anunció que alcanzó un acuerdo con la misma compañía para desprenderse de su filial en Ecuador, Otecel S.A., por 330 millones.
Las ventas de Argentina y Perú, ya cerradas, y las de Colombia, Uruguay y Ecuador, pendientes de las aprobaciones finales para su cierre, se enmarcan en la estrategia de la compañía para reducir la exposición a Hispanoamérica con el objetivo reforzar su posición financiera y focalizarse en mercados estratégicos. Actualmente, la presencia de Telefónica en Hispanoamérica se reduce únicamente a México, Chile y Venezuela, mercados expuestos a futuras salidas de la firma. En cambio, Brasil, se mantiene fuera del proceso de desinversión al ser considerado un mercado estratégico, junto con España, Reino Unido y Alemania.
En paralelo a estas desinversiones estratégicas, Telefónica también ha acelerado su actividad en operaciones de compra, que han aumentado un 50% en estos seis meses. Un ejemplo destacado es el movimiento en Brasil, donde en julio la filial del grupo adquirió por 131 millones de euros el 50% de FiBrasil que aún no controlaba, propiedad del fondo canadiense CDPQ. Con esta operación, Telefónica pasa a ser propietaria del 100% de la "fiberco", reforzando su posición en uno de sus mercados clave y estratégicos.
Murtra también ha puesto el foco en lograr avances en paridad e independencia. Con su llegada a la presidencia, Telefónica ha alcanzado un 40% de representación femenina en su Consejo de Administración tras la incorporación de Ana María Sala en febrero. Este porcentaje cumple con un año de antelación lo establecido en la Ley de Paridad aprobada en España, que fija el objetivo de que haya al menos un 40% de representación femenina en los órganos de dirección de grandes empresas antes de 2026. Telefónica se convierte así en una de las grandes compañías del Ibex 35 que lidera en gobernanza paritaria.
Con la entrada de Ana María Sala, también como consejera independiente, el número de miembros independientes dentro del Consejo asciende a ocho de 15. Esto significa que los independientes siguen siendo mayoría, lo cual es un punto clave en términos de buenas prácticas corporativas y cumplimiento con las recomendaciones del Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Planes de Murtra
La Telefónica de Murtra está inmersa en una revisión estratégica. Este proceso se asienta en varios pilares entre los que se encuentra el impulso a las "consolidaciones intramercado económicamente rentables" en Europa, una "disciplina financiera de hierro" y una "simplificación" de la empresa, según anunció en su discurso de apertura en la Junta General de Accionistas de 2025.
Murtra ha reivindicado la necesidad de que se produzcan fusiones en el sector de las telecos, primero en el nacional y luego en el europeo donde baraja opciones de consolidación en cualquiera de los mercados en los que opera. En su opinión, la alta fragmentación de las operadoras de telecomunicaciones y el exceso de regulación hace que Europa se esté quedando atrás en la revolución tecnológica. "No hay una sola empresa europea entre las empresas que lideran el cambio digital", señaló en la Junta. En cambio, una mayor concentración, creando unos pocos gigantes tecnológicos, conllevaría más rentabilidad, más capacidad de inversión e innovación y más competitividad para alcanzar a sus iguales estadounidenses y chinos, garantizando la soberanía tecnológica europea.
En cuanto a la disciplina financiera y la simplificación de su entramado corporativo, Murtra quiere Telefónica sea una compañía más eficiente para que sea más competitiva. Esto implicaría revisar y posiblemente reorganizar numerosas filiales -algunas con roles poco definidos, escasa rentabilidad o plantillas sobredimensionadas-. La compañía detallará esta hoja de ruta para los próximos tres o cinco años en su nuevo plan estratégico, que sustituirá al de 2023, y que se dará a conocer antes de que acabe el año.