El último destello del sol se apaga tras los farallones calizos y, de pronto, el silencio adquiere sonido propio: el leve crujir de la roca, el murmullo del viento y un coro de grillos que anuncia la llegada de las estrellas. En lo alto del Torcal de Antequera, a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar, un grupo de senderistas apaga las linternas, levanta la vista y siente vértigo al descubrir la Vía Láctea derramada sobre el horizonte. No es ciencia ficción ni un remoto desierto chileno: es Málaga de noche , un patrimonio geológico que se convierte en balcón celeste cada verano . El Observatorio Astronómico del Torcal (OAT), titularidad de la Junta, se ubica junto al centro de visitantes Torcal Alto, dentro del primer Espacio Natural Protegido declarado en Andalucía (1929) y hoy integrante del Sitio de los Dólmenes de Antequera, Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2016 . Su misión es divulgativa: abre todo el año con sesiones para público general, escolares y aficionados, y en verano multiplica la oferta con observaciones nocturnas que combinan las rutas Verde y Amarilla antes de apuntar los t elescopios a Saturno, cúmulos estelares o la propia Vía Láctea . «La actividad general se llama Una ventana al universo y cuesta 10 euros ; jubilados y menores de 12 años pagan 8 », ha explicado Francisco Gálvez, coordinador del programa Aula del Cielo. «Son actividades muy atractivas: ofrecemos ciencia de forma asequible con telescopios de alto nivel y muchos visitantes repiten ». El divulgador ha subrayado que «cobrar 200 euros la noche no lo vemos» y recuerda que los grupos habituales rondan las 30-50 personas, aunque el rango puede ir desde 10 a 100 visitantes en función de la demanda. Las sesiones regulares se celebran lunes, miércoles, viernes y sábados, a las 22.00 horas , con reserva previa en la web oficial. La mayoría del público procede de Málaga , «pero también viene gente de Copenhague , de Sudamérica o de Melilla ; incluso llegan expresamente desde Valencia ». El formato incluye paseo interpretativo, explicación del firmamento y observación con telescopios , convierte a neófitos en entusiastas: « La gente llega sin saber nada y se marcha con afición a la astronomía », ha afirmado Gálvez. El OAT prepara ya Lágrimas de San Lorenzo, la actividad dedicada a la lluvia de meteoros de las Perseidas . «Empezó en el siglo pasado y es la más tradicional de la zona», ha recordado el coordinador. Los días grandes, 11, 12 y 13 de agosto , agotan plazas en pocas horas, por lo que cada año se habilitan cupos extra antes y después de esas fechas para atender la demanda creciente . Bajo la etiqueta «Noches de verano en El Torcal», empresas locales ofrecen p aquetes que incluyen paseo al atardecer, picnic con productos malagueños antes de la observación a medianoche. El formato atrae a parejas y familias que buscan un t urismo más sostenible frente al clásico sol y playa . El Ayuntamiento de Antequera refuerza la propuesta a través del programa cultural Luz de Luna , que este año ofrece más de veinte actividades nocturnas con un presupuesto de 14.000 euros . Por su parte, Diputación y Turismo Costa del Sol destinan partidas específicas a promocionar el astroturismo en ferias como ITB Berlín. Asimismo, La Junta ha invertido 300.000 euros en mejorar la carretera A-7075 , principal acceso al paraje, tras los daños de las lluvias torrenciales del pasado otoño. Estas acciones se enmarcan en una estrategia de impulso al turismo de interior que ha permitido a Antequera cerrar 2024 con 287.864 pernoctaciones hoteleras , un 4% más que el año anterior, con agosto como el mes de mayor ocupación. En total, la ciudad recibió más de 542.000 visitas, de las cuales 190.134 correspondieron al Torcal , consolidando su papel como uno de los enclaves más visitados de la provincia. Además del turismo, el OAT imparte cursos de iniciación y talleres escolares . Su equipo, a la espera de cerrar las cifras de participación, destaca el valor pedagógico de observar in situ la lluvia de estrellas prevista para el 11, 12 y 13 de agosto . El Torcal no solo es laboratorio geológico: desde 2016 forma parte, junto a la Peña de los Enamorados y los Dólmenes de Menga, Viera y El Romeral, de un conjunto protegido por la UNESCO , donde cultura y naturaleza se dan la mano. Con la vista puesta en ese cielo que fascinó a los primeros pobladores hace más de 4.000 años , Málaga encuentra en la noche un filón turístico sostenible y divulgativo , a la espera de que las nuevas inversiones consoliden el paraje como uno de los mejores miradores celestes del sur de Europa .