Ellos son los fundadores de los Tony’s Boys, la banda que amedrenta con armas de guerra
Tres veinteañeros oriundos del barrio Atlántida, en el cantón central de Limón, son en este momento los más buscados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía Adjunta local. A ellos se les atribuye el liderazgo de una reciente organización dedicada al robo y la extorsión y que amedrenta a los vecinos con armas de guerra.
Se trata de Carlos Ovidio Masís Duarte, alias Villo, de 24 años, Dennylson Fernando Fernández Camacho, alias Bajob, de 22 y Eddier Eduardo Castro Ruiz, de 25. La Policía Judicial y el Ministerio Público atribuyen a estos sujetos ser los fundadores de los Tony’s Boys, un grupo que almacena armas de fuego, algunas de grueso calibre, en seis estructuras en el centro de la provincia caribeña.
“Se logró determinar que los imputados principales, por los cuales nació esta investigación, se encuentran ligados a una organización criminal grande y fuerte, reconocida en Limón y en el país en general, liderada por un sujeto con el nombre de Tony Alexander Peña Russell, alias La T,”, detalla un legajo judicial en poder de La Nación.
Alias Villo, Bajob y Castro Ruiz también figuran como imputados en el caso Critias, por el que fue detenido Peña Russell en julio 2024. La Fiscalía vincula a la organización delictiva de la T o el Negro con el tráfico de drogas, al menos un centenar de asesinatos y otros delitos.
El expediente del caso Critias precisa las funciones de cada uno de los prófugos, por ejemplo, alias Villo, fungía, supuestamente, como “mano derecha” del líder criminal. Es uno de los presuntos sicarios principales de la estructura. “Participa en todos los eventos, además de ser quien, a solicitud del líder del grupo criminal, da las órdenes operacionales para la ejecución de los homicidios. Se encarga de reclutar y entrenar a los nuevos sicarios”.
Alias Bajob es señalado como el aparente “encargado de ejecutar los homicidios dentro de la estructura criminal, bajo la dirección de Tony Peña Russell”; mientras que Castro Ruiz era el supuesto “actor material de la ejecución de homicidios. Es de las personas de confianza del Tony Peña Russell, se encarga de la estratificación comercial en procura de invertir el dinero obtenido de las actividades ilegales que se encuentran ejecutando”, precisa la información de la causa.
La estructura asentada en Atlántida era una de las 12 grandes bandas de Limón cuyas disputas con otras pandillas como la H o los Hondureños, elevaron los índices de violencia en la provincia durante los últimos tres años.
Subestructura violenta
El miércoles 13 de agosto, las autoridades judiciales desplegaron seis allanamientos en Atlántida y barrio los Lirios con el fin de golpear a la subestructura de los Tony’s Boys, señalados por delitos como amenazas agravadas, tráfico local de drogas y accionamiento de armas entre otros.
Producto de las acciones fue detenido un joven de 19 años de apellidos Doranth Doranth, presunto autor de una serie de amenazas a un grupo familiar que lo denunció por el robo de una computadora.
Otro denunciado por esa sustracción fue Abraham Joseph González Doranth, de 27 años, primo del detenido y quien permanece en fuga; la Policía Judicial allanó la casa del sospechoso como parte del operativo de alto riesgo desplegado en esa zona.
Dos horas después de la acción policial en el OIJ de Limón, un ciudadano llegó a denunciar el robo de su vehículo, el asalto ocurrió en Limoncito y la persona afectada describió que el sospechoso “parecía que andaba en fuga, estaba mojado como si se hubiera metido en el río y portaba arma de fuego”, precisó.
Investigadores judiciales buscaron vídeos para que con base en la descripción que dio el ofendido, se pueda determinar si se trató o no del prófugo González Doranth.
Los primos González Doranth y Doranth Doranth son señalados por las amenazas a la familia con que tienen el conflicto desde el 2024, tras la denuncia por el robo de la computadora y por una serie de obscenidades que los sospechosos le decían a la hermana menor del ofendido.
Pero también en el expediente se menciona una amenaza en perjuicio de un tercero, que habría ocurrido la noche del 27 de abril del año anterior cuando el afectado, un amigo y la novia de uno de ellos compartían en la vía pública.
En ese momento, pasaron por la calle los presuntos implicados y, acto seguido, uno de ellos “sacó un arma de fuego y realizó varias detonaciones al aire y continuaron su camino”.
El afectado se retiró hacia su casa pero, cuando iba caminando, supuestamente estos dos sujetos “le salieron de repente y lo interceptaron. Uno de ellos, el de piel morena, lo golpeó fuertemente con la empuñadura del arma en su cabeza, por lo que casi pierde el conocimiento y le disparó en varios ocasiones hacía los pies. El entrevistado comenzó a forcejear con los dos sujetos, a como pudo salió de los golpes y continuó hacía su casa, y estos sujetos se fueron. Añadió que no sabe el motivo por el cual estos sujetos lo golpearon, ya que él no tiene problemas con nadie”, cita el documento.
Tras las incursiones de esta semana en las casas de los sospechosos, la Fiscalía ubicó rastros de la permanencia de los tres requeridos; incluso se ubicaron indicios de que los sujetos estuvieron en Atlántida el día anterior a los allanamientos.
Según se determinó mediante la investigación, Villo, Bajob y Castro Ruiz ubican en árboles a sus centinelas, también conocidos popularmente como campanas, para que alerten sobre la llegada o presencia de la Policía y lo hacen así porque el barrio está cercano a una zona boscosa.
Por esa razón, los agentes del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT) y el grupo táctico a cargo de ingresar a las viviendas usaron vehículos diferentes a los que acostumbran, para evitar ser detectados.
Otra técnica empleada por los delincuentes consiste en ubicar a varias personas en las casas para que al momento de que ingrese la Policía generar un movimiento de distracción y que de esa manera los sujetos puedan escapar, así ocurrió en las operaciones recientes.
El OIJ pide a quien tenga información sobre el paradero de los cuatro prófugos de la justicia, que los denuncie a la línea confidencial 800-8000-645.