Científicos descubren corona de oro de 3.000 años de antigüedad bañado con "metales alienígenas" en España
Un equipo de científicos españoles y saudíes llevó a cabo un nuevo análisis del Tesoro de Villena, compuesto por 59 objetos hallados en 1963. Para sorpresa de los investigadores, descubrieron que una corona y un brazalete fueron fabricados con hierro meteórico, un material de origen espacial.
El hallazgo confirma que, mucho antes del dominio de la metalurgia del hierro terrestre, algunas civilizaciones ya aprovechaban fragmentos de meteoritos para fabricar objetos simbólicos o rituales. Casos similares se han encontrado en otras culturas antiguas, como la egipcia, donde se hallaron piezas de hierro meteórico en la tumba de Tutankamón.
¿Qué reveló el análisis del Tesoro de Villena y qué piezas contenían “metales alienígenas”?
El estudio determinó que la corona tenía un 5,5 % de hierro meteórico y el brazalete un 2,8 %. Este material es una aleación de hierro y níquel, con más de 5 % de níquel en peso, además de trazas de cobalto y otros elementos. Según los especialistas, proviene de un meteorito que impactó la Tierra hace aproximadamente un millón de años.
Los investigadores explicaron que trabajar con hierro meteórico representó un desafío técnico diferente al de la metalurgia tradicional. "La tecnología del hierro es completamente distinta a la metalurgia basada en el cobre o los metales nobles como el oro y la plata", señaló Montero Ruiz, del Instituto de Historia de España, quien destacó la innovación que implicó su uso en esa época.
¿Dónde y cuándo se halló el Tesoro de Villena y qué ocurrió con los objetos de “metales alienígenas”?
El tesoro fue descubierto en diciembre de 1963 por el arqueólogo José María Soler, mientras excavaba junto a su equipo en el cauce seco de la Rambla del Panadero, a 11 kilómetros de Villena. El conjunto estaba formado por 59 piezas bañadas en oro, entre las cuales se encontraban once cuencos, tres botellas y 28 pulseras.
Desde su hallazgo, los objetos han permanecido en el Museo de Arqueología de Villena, donde se realizaron los análisis más recientes. Estas pruebas, basadas en mediciones moleculares, permitieron identificar por primera vez la presencia de “metales alienígenas” en dos de las piezas de este valioso hallazgo.