Estuvo en avión secuestrado por Al Qaeda el 11S, llamó a su esposo y evitó ataque terrorista: "Adiós, cariño"
Lauren Grandcolas tenía tres meses de embarazo cuando murió en los atentados terroristas del 11 de septiembre. Había abordado el vuelo 93 de United Airlines tras asistir al funeral de su abuela en Nueva Jersey.
Ese avión, secuestrado por miembros de Al Qaeda, se estrelló a las 10:03 de la mañana en Shanksville, Pensilvania. Cayó a unos 90 metros de donde hoy se encuentra el Muro de los Nombres.
Lauren Grandcolas estuvo en el vuelo 93 que fue secuestrado por Al Qaeda.
Lauren Grandcolas abordó el vuelo 93 de United Airlines en el Aeropuerto Internacional Newark Liberty. La consultora de ventas publicitarias de la revista Good Housekeeping había reservado un asiento en la fila 11.
"Bueno, llego a San Francisco sobre las 11:00 y estaré en la terminal del ferry, probablemente un poco antes de las 12:00. ¿De acuerdo? Te llamo entonces. Adiós", grabó en un mensaje para su esposo Jack Grandcolas. Alrededor de las 9:39 de la mañana volvió a llamar. Habían pasado 11 minutos desde que cuatro terroristas de Al Qaeda tomaron el control del avión.
"Cariño, ¿estás ahí? ¿Jack? Recógeme, cariño. Bueno, solo quería decirte que te quiero. Tenemos un pequeño problema en el avión. Eh… estoy perfectamente bien. Eh… te quiero más que a nada, que lo sepas. Y, ya sabes, no me siento incómoda y estoy bien… por ahora. Eh… es solo un pequeño problema. Así que… te quiero. Por favor, dile a mi familia que también los quiero. Adiós, cariño".
Poco después de levantarse, Jack miró por la ventana de su casa. "Recuerdo estar mirando al cielo y ver una imagen muy inusual que se elevaba. Pensé: '¿A quién conozco que acaba de pasar?' Porque parecía un ángel", relató. Al rato, escuchó el mensaje de Lauren en el contestador automático.
¿Qué pasó con el vuelo 93 que se estrelló en Pensilvania?
Cuarenta y seis minutos después de iniciar el trayecto, los secuestradores tomaron el control del vuelo 93. Armados con cuchillos y cúteres, redujeron a la tripulación y obligaron a los pasajeros a permanecer en la parte trasera. Poco después, los ocupantes supieron que otros aviones ya habían sido utilizados como armas.
Con esa información, varios pasajeros decidieron actuar. El intento de ingresar a la cabina desató una lucha desesperada. Al verse acorralados, los terroristas estrellaron el avión en Shanksville, Pensilvania. Las 44 personas a bordo murieron, pero se evitó un ataque contra la Casa Blanca o el Capitolio. Entre las víctimas estaba Lauren Grandcolas.