Si siguiéramos al pie de la letra todas las recomendaciones de limpieza del hogar, no nos quedaría tiempo para nada más, pasaríamos el día entero
con la mopa en la mano o reorganizando el armario. Por eso es normal que haya zonas menos visibles que solemos descuidar. Un ejemplo es la
mampara de la ducha, que con solo un uso ya queda marcada por las gotas de agua y, con el tiempo, acumula cal.
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