Polémica en Francia: un restaurante no aceptó la reserva de una influencer porque tenía un nombre africano
La influencer Yacine, conocida como Nakya Mami, ha generado una intensa polémica tras compartir en Instagram un episodio que considera discriminatorio. Su experiencia, documentada en un vídeo viral con más de 800.000 visualizaciones, revela una supuesta negativa a reservar mesa en un restaurante céntrico de París aparentemente por su nombre. La joven, con una significativa presencia en redes sociales, relató detalladamente cómo intentó reservar una mesa para celebrar su cumpleaños. Tras realizar la reserva online, recibió una llamada del establecimiento argumentando indisponibilidad en la zona acristalada, a pesar de mostrar espacios libres en su página web.
Para verificar sus sospechas, Yacine realizó una prueba estratégica contactando nuevamente con una amiga cuyo nombre sonaba "más francés". El resultado confirmó sus temores: la segunda reserva fue aceptada sin inconvenientes, lo que interpretó como un claro indicio de discriminación.
La influencer ha sido enfática al manifestar que su intención no era generar buzz, sino visibilizar una práctica potencialmente racista. Reconoció momentos de alta tensión emocional, incluso admitiendo haber insultado a una empleada durante los intercambios telefónicos.
No ha sido el único caso documentado
Especialistas como Jean-François Amadieu, profesor de la Universidad Panthéon-Sorbonne, contextualizaron el suceso. Señalaron que, aunque no existen estudios específicos sobre discriminación en restauración, el fenómeno está documentado en ámbitos como empleo y vivienda.
El episodio se suma a una serie de casos mediáticos previos en París que han evidenciado prácticas discriminatorias en establecimientos de ocio. El gobierno francés ha reiterado su compromiso contra el racismo, recordando que la legislación sanciona estas conductas con penas de hasta tres años de prisión y multas de 45.000 euros.
Yacine reconoció la fragilidad legal de su caso. Prefirió utilizar sus redes sociales como plataforma de denuncia antes que emprender acciones judiciales, consciente de las posibles complicaciones procesales y económicas.