Estas son las autopistas de peaje que pasarán a ser gratuitas partir de enero: el listado con todas las carreteras
El inicio de 2026 llegará con un nuevo encarecimiento de las autopistas de peaje gestionadas por concesionarias privadas. Las tarifas subirán, al menos, un 2,61%, según el incremento de referencia que resulta de la aplicación de la fórmula establecida para su cálculo. Ese porcentaje no será necesariamente el definitivo, ya que, a partir de esa base se introducen otros factores que pueden elevar aún más el precio final que pagan los conductores. Este escenario vuelve a situar el coste de circular por autopistas de pago en el centro del debate sobre la movilidad y la financiación de las infraestructuras.
Sobre ese porcentaje inicial, las concesionarias aplican la variación del tráfico real y del tráfico previsto en cada autopista, un ajuste que puede incrementar el coste dependiendo del uso de la vía. Además, sigue pendiente de confirmación por parte del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible la subida adicional destinada a compensar la congelación parcial de tarifas aprobada en 2023. En los dos últimos años, este ajuste extraordinario se ha traducido en un incremento añadido del 1%. Todo ello genera incertidumbre entre los conductores, que desconocen todavía el impacto final en su bolsillo.
Sin embargo, en paralelo a estas subidas, el Gobierno mantiene su plan de no renovar las concesiones de peaje cuando vayan venciendo y de suprimir progresivamente este sistema. El objetivo a largo plazo pasa por estudiar un modelo alternativo de financiación para el mantenimiento de la calzada, distinto al peaje tradicional. Aunque en los últimos años se han levantado muchas barreras y varias autopistas ya son gratuitas, el calendario oficial deja claro que el modelo de concesiones seguirá vigente durante décadas. Esta transición lenta obliga a convivir durante años con un sistema mixto de vías gratuitas y de pago.
La autopista de peaje que pasará a ser gratis en enero
En este contexto, la principal novedad inmediata llegará en enero con la liberalización de la AP-68. Esta autopista, que conecta Bilbao con Zaragoza y atraviesa el País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón, dejará de cobrar peaje tras el fin de su concesión privada. La medida pondrá fin a más de cuatro décadas de pago y supondrá un importante ahorro para turismos y vehículos pesados. Además, se espera un trasvase de tráfico desde carreteras secundarias hacia esta vía de alta capacidad.
El caso de la AP-7 merece una mención específica por su complejidad y por el impacto que tiene en la movilidad del arco mediterráneo. Algunos tramos ya funcionan sin peaje gracias a bonificaciones del 100%, como ocurre en la circunvalación de Alicante, mientras que otros mantienen concesiones muy largas. El resultado es un mapa desigual en el que conviven tramos gratuitos con otros de pago. Esta falta de homogeneidad genera confusión tanto entre conductores habituales como entre usuarios ocasionales.
El vencimiento de las concesiones en el corto plazo
Mirando al calendario, el Ministerio de Transportes ya ha confirmado el inicio de la tramitación para la futura liberalización de la AP-6, una de las carreteras con la condición de pago más frecuentas del territorio española, que comunica Madrid con el norte del país. La medida incluirá también sus ramales AP-61 y AP-51, aunque no será efectiva hasta noviembre de 2029, cuando finaliza la concesión privada. Ese mismo año quedarán libres los tramos Guadarrama-Adanero, Villacastín-Ávila y Segovia-San Rafael. Hasta entonces, los usuarios seguirán pagando uno de los peajes más elevados de la red estatal.
Más allá de ese horizonte, la planificación oficial fija nuevas liberaciones en 2039 con la R-2 Madrid-Guadalajara y, entre 2040 y 2048, con varias vías relevantes como la AP-7 Cartagena-Vera, la AP-36 circunvalación de Alicante, la AP-41 Madrid-Toledo y la AP-46 Alto de las Pedrizas-Málaga. Un calendario que confirma que, pese a los avances recientes, el sistema de peajes seguirá formando parte del paisaje viario español durante muchos años. La supresión total de las concesiones se perfila así como un proceso largo y gradual.