Santiago Segura por Fondo de Bikini
No es necesario ser un intelectual para poder responder acertadamente a la pregunta «¿Quién vive en la piña debajo del mar?». Por lo menos, una de las figuras más conocidas del panorama audiovisual español ya sabe la respuesta a la perfección. A Fondo de Bikini ha llegado un nuevo vecino este mes de diciembre. No le hemos preguntado si ha optado por celebrar su cena de Nochebuena en el Crustáceo Crujiente, pero sí sabemos que Santiago Segura ya forma parte del universo de la esponja audiovisual más famosa.
El director ha participado en la última edición de los dibujos animados: «Bob Esponja: una aventura pirata». Su primer recuerdo con el audiovisual, como padre modélico que ha demostrado ser al menos en la pantalla, es de verlo con sus hijas. «Es una serie con un mundo muy onírico, surrealista, gamberro que puede ser disfrutado por adultos. Que a mis hijas les gustara me hacía ilusión, pues la podía ver con ellas, no es como "La Patrulla Canina", con perdón porque no tengo nada en contra de ella», asegura Segura al reflexionar sobre qué tienen estos dibujos que le atraigan.
"Que no me dedique exclusivamente al doblaje no quiere decir que no lo pueda dominar"
En esta película, el protagonista amarillo, junto a su imprescindible mejor amigo Patricio, emprenderá una aventura para convertirse en un «tío grande», es decir, un tipo con agallas. El problema es que quien les está guiando en este propósito es el fantasma del Holandés Errante, y no tiene buenas intenciones detrás. Para aquellos padres lectores de este artículo, el creador de «Padre no hay más que uno», que conoce bien el género, asegura que deben ir con sus retoños al cine porque tiene elementos más adultos y, encima, trae una moraleja universal para los pequeños, no fiarse de cualquier persona: «Como padres nos podemos divertir, pues hay momentos casi gore, pero, como buen cine familiar, tiene lectura de valores. Puedes atiborrarte a palomitas y después tener una conversación con los niños», explica.
Intrusismo laboral
Puede ser que algunos desearían ver al artista convertido en un personaje 3D, pero para ello van a tener que esperar. La aparición del director de «Torrente» no es visual, sino auditiva, ya que su voz es la que dobla al personaje del pirata villano que tratará de engañar a los protagonistas. Aunque quizá no sea de conocimiento popular, el artista inició sus andaduras fílmicas en el doblaje. «La diversificación me encanta, intentamos etiquetar a los actores en una única disciplina y me parece absurdo», asegura, entendiendo que esta es una faceta más de su trabajo. «Para una persona que le guste la interpretación, el doblaje es un gozo, pues caracterizar a un personaje que no existe requiere un mayor histrionismo, gestualidad...», prosigue. Sobre una posible polémica por intrusismo laboral, reconoce que le parece «tristísimo»: «Cada vez que doblo una película veo críticas en redes. Mucho antes de que naciera toda esa gente, yo ya me dedicaba al doblaje, qué me están contando. Que no me dedique exclusivamente a ese arte no quiere decir que no lo pueda dominar. Puede gustarte menos la voz o algunos aspectos profesionales, pero son absurdas las otras quejas. En fin, España es así».
Dejando de lado la frustración, entramos en uno de sus temas favoritos: la animación. El cineasta se autoproclama forofo de esa clase de cine, comparando clásicos como «Blancanieves» o «Pinocho» a la Catedral de Burgos por sus majestuosos acabados. «No creo que se puedan hacer ya esas cintas, poseían un nivel de perfección apabullante. Ahora siguen siendo buenos productos, pero el ordenador ha cambiado totalmente el sistema», corrobora. Resulta enigmático, pues, que nunca se haya embarcado en la autoría de una cinta de su especie. «Es una técnica muy laboriosa y la respeto mucho, por lo que con haber presenciado el proceso ya quedo satisfecho», sentencia.
Ante este panorama presente de pasión por la modulación, tocará seguir disfrutando de las técnicas vocales de Segura. Si pudiera doblar a otro personaje del universo marino, le gustaría el Sr. Cangrejo. Sobre otros personajes que aspiraría interpretar, decide no confesar sus ambiciones. De todos modos, tira de la nostalgia para contestar a la pregunta: «Hay algunos que repetiría. Mis favoritos son Sulley de Monstruos S.A., Drácula, de Hotel Transilvania, y ojalá retomar el Holandés Errante».