El 2020, un año perdido
Los analistas financieros prevén que el año 2020 cierre con un crecimiento económico de menos 8.0 por ciento, la confirmación del agravamiento de las actividades productivas.
Lo peor que le ocurrió al mercado nacional, como ha sucedido con las personas con alguna enfermedad crónica, es que la llegada del coronavirus enfermó de muerte a la economía.
El comportamiento de la actividad económica en el estado, al igual que en otras entidades, se agravó por la recesión mundial, la falta de crecimiento, el confinamiento por la emergencia sanitaria, la caída de la inversión extranjera y la nula inversión pública.
Debido a todos los factores internos y externos, 2020 es un año perdido para la actividad económica y lo feo está por venir, porque el costo social será muy cotoso para las familias.
De acuerdo con organismos internacionales, en 2021 se extenderá la pobreza extrema y la hambruna crecerá en mayores proporciones, lo que agravará la situación de los países pobres.
Frente a esta realidad, además de la ineficiencia y la parálisis, no existen políticas públicas que ofrezcan un norte de cómo enfrentar esta grave situación.
Supongo que para un gobierno como el local y nacional que tiene como bandera “primero los pobres” debería avergonzarle que el 18.3 por ciento de los niños y niñas sufre explotación laboral.
¿Cómo presumir en un resultado de gobierno que Puebla ocupe el segundo lugar nacional con niños explotados, muchos de ellos en la calle en el comercio informal, solo después del estado de Oaxaca, pero empatado con Chiapas?
Pero el futuro inmediato no es muy promisorio en la economía global al preverse una contracción de 40 por ciento de la IED; México registró en términos anuales una caída de (-)29.8 por ciento.
A pesar de que en el tercer trimestre se observaron signos de recuperación, ésta será lenta y se tomará años recobrar los niveles previos a la llegada del covid-19.
La población no puede seguir la parálisis gubernamental; la Cepal sostiene que será en 2025 cuando el país tenga una recuperación total, ya que las afectaciones durarán más de lo esperado y la emergencia sanitaria aún no culmina.
pablo.ruiz@milenio.com