Un nuevo testigo en la guerra Rivera contra Pantoja: «Se ha gastado muchísimo dinero»

No es un momento fácil para Isabel Pantoja y, aunque esta frase pareciera que se puede utilizar en cualquier otra ocasión, desde que su hijo le declaró la guerra la tonadillera no levanta cabeza. Hace unas semanas, la vida de Kiko Rivera dio un vuelco de 180 grados cuando le plantó cara a su madre exigiendo que le devolviese la parte de la herencia de su padre, Paquirri, que le correspondía como uno de los principales herederos del legado del torero.


Desde entonces, muchas han sido las personas que se han posicionado tanto a uno como otro lado de la guerra entre madre e hijo, aunque la mayoría en contra de la cantante. Los primeros fueron los hermanos del Dj, Cayetano y Francisco Rivera. Desde que Paquirri falleció en septiembre de 1984 los dos toreros luchan para cumplir las últimas voluntades que dejó escritas en su testamento su padre.


La última en hablar ha sido Dulce Delapiedra, la persona que ha encarnado el rol de niñera oficial del clan de Cantora. Después de casi tres décadas trabajando para Isabel Pantoja, en 2014 fue despedida sin motivo y le retiró la palabra. Desde entonces Delapiedra ha recorrido los platós de televisión contando las intimidades del clan Pantoja y arremetiendo duramente contra todos sus miembros -todos menos Isa Pantoja, la hija pequeña de la tonadillera y con la que mantiene una estupenda relación-.




Esta semana, Dulce Delapiedra ha vuelto a protagonizar la portada de una revista del corazón para hablar de la que fue su mejor amiga durante años. La exniñera ha concedido una entrevista a «Lecturas» en la que habla sobre los despilfarros económicos de la cantante: «Ha ganado mucho dinero con su garganta. Se ha gastado muchísimo dinero en ropa y en coches. Ha mantenido a su familia y no ha sabido invertir», y que cuando ella hacía la compra con su escaso sueldo, «cuando le pasaba la cuenta, era una pelea para pagarme».




Además, cuenta todos los sacrificios que hizo por la fue su jefa. «Nadie la trataba como yo. Nadie le llevaba la contraria, solo le regalaban los oídos», y añadió: «Si le apetecía a las tres de la mañana, pedía un solomillo o un café. Jamás va a tener a nadie como yo», es más, «quería que fuera para toda la vida y envejecer conmigo». Dulce ha confesado que la tonadillera le prometió un piso que tenía en Fuengirola, pero decidió venderlo. «Me decía que lo guardaba para mí por ayudarla tanto». Pero su obsesión por el dinero le hizo no cumplir con su promesa. «Con ‘Supervivientes’ lo hizo por ceros. Por su mala cabeza se ha visto entrando en la cárcel. Salió hecha un trapo para subirse a un escenario».