MOSCÚ (Sputnik) — Un insulto racista detuvo y obligó a aplazar el partido entre el PSG francés y el Basaksehir de Estambul turco por la última fecha del Grupo H de la UEFA Champions League. Esta vez la ofensa no vino de las tribunas, ni de un jugador del equipo contrario, sino del cuarto árbitro, el rumano Sebastian Coltescu.