Cada cuándo, cómo y por qué debes limpiar las hojas de tus plantas de interior
Puesto que las plantas crecen en la tierra, ¿por qué preocuparse, entonces, de sus hojas? Cualquiera que viva con plantas sabe la respuesta: si te descuidas, el polvo no tarda en acumularse en sus hojas.
No solo queda fea: además, esa capa de suciedad bloquea la incidencia del sol, por lo que la capacidad de realizar la fotosíntesis de tu poto o de tu monstera (que es el mecanismo que utiliza para alimentarse y crecer) se frena.
Cuando se trata de marcar la diferencia entre la supervivencia o la muerte de una planta de interior, lo cierto es que los pequeños gestos cuentan, y tienen un gran impacto. Y aunque puede que sepas cuándo fue la última vez que regaste tu poto: ¿eres capaz de recordar la última vez que lo limpiaste?
Si has dejado esta pregunta en blanco, puede que sea hora de prestar un poco de atención a esas hermosas hojas. La recompensa es triple: tus plantas de interior crecerán más, pero también lo harán más sanas.
Y una monstera o un helecho (o cualquier otra) fuerte no coge enfermedades ni le atacan los pulgones con tanta facilidad. Además, tu casa se verá más bonita, Y, si también te importa, tu jungla urbana pronto acumulará más likes en Instagram.
Si tu planta tiene hojas grandes, brillantes y fuertes, como las populares monsteras (también llamadas plantas de queso suizo, por los agujeros en sus hojas), el poto o el filodendro, basta con usar un trapo húmedo.
Y pasarlo, con cuidado, por la superficie de cada una de las hojas para retirar el polvo o la suciedad que hayan acumulado. Si durante el proceso encuentras pulgones: no entres en pánico. Aunque estos pequeños insectos o áfidos constituyen una de las plagas más frecuentes en plantas de interior (y también de exterior), eliminarlos resulta bastante sencillo.
Puedes hacerlo con el mismo trapo húmedo o lavando toda la planta en la bañera. O puedes hacerlo fuera, si no hace demasiado frío, y cuentas con una terraza o un espacio exterior. En este caso, funciona utilizar una solución de agua con una pequeña cantidad de jabón de limpiar los platos.
También puedes recurrir a una solución de agua y vinagre, aplicada con un pulverizador. ¿Y si, en lugar de pulgones, localizas pequeñas moscas volando alrededor de tu planta? Las moscas esciáridas, también llamadas moscas de la humedad o del sustrato, son otras de las plagas más frecuentes en las plantas de interior.
Por suerte, tampoco resultan imbatibles: para evitarlas, además de limpiar las hojas como te hemos contado, puedes cubrir la superficie de tu maceta con una fina capa de piedra de jardinería, muy ligera: de este modo, ayudarás a que la humedad no se acumule en la superficie.
Y asegúrate de no regarla demasiado: esto evitará que aparezcan las moscas. [Hace unas semanas te contamos Cómo rescatar una planta a la que has ahogado.]
Por el contrario, el truco para limpiar una planta de hojas delicadas (como las de la violeta africana), vellosas, o una planta que esté cubierta de espinas, como los cactus, consiste en utilizar una brocha suave, como las brochas de maquillaje.
También puedes recurrir a un pincel para pintar, pero que tenga las cerdas muy suaves. Si utilizas uno más rígido, puedes dañar y abrasar la superficie de tu planta.
Puesto que las espinas de los cactus (técnicamente cactáceas) pueden resultar muy puntiagudas, y hacen daño si nos acercamos a ellas con las manos descubiertas, conviene también hacerse con unas pinzas pequeñas, como las de depilar.
Este tipo de artilugio permite retirar trozos de suciedad más grandes que hayan quedado adheridos a la superficie del cactus o retenidos entre sus espinas, sin hacerte polvo la piel.
No obstante, el polvo y los pulgones que estén atrapados a mayor profundidad dentro del cactus puedes retirarlo con ayuda de un pulverizador con agua; o agua con una ligera solución de jabón, si hay insectos. [Aprende las siete claves para escoger las plantas más sanas del vivero.]
Mientras que examinas las hojas, puedes aprovechar para retirar las hojas secas, amarillentas o marrones que haya en la planta. Sencillamente, recorta las partes feas con una tijera: a tu monstera no le molestará el corte; y toda la planta se verá más sana y bonita.
Si repites el proceso y limpias tus plantas una vez al mes, te lo agradecerán. Y hay recompensa: tu jungla urbana pronto lucirá más exuberante, enorme y feliz. Preparada para capturar los likes de Instagram.
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