Seis ideas estilosas para dar vida a los trapos de cocina que te sobran
Sacar los trapos de la cocina. Esta es la propuesta que circula por las redes sociales. Y no faltan motivos. Por un lado, algunos trapos de cocina se antojan demasiado bonitos como para ensuciarlos. Otros son económicos pero aún así monos; y podemos sacar partido de su lado más versátil para ahorrarnos dinero mientras que les damos un uso menos sufrido, más estiloso y alejado de los fogones.
Aquí van siete ideas fáciles y baratas para presumir de trapos de cocina y ahorrar en el camino: desde usarlos como servilletas, una tendencia popular desde hace años en los restaurantes, hasta utilizarlos como salvamanteles, toallas de mano o para envolver el pan recién hecho.
1. Usar trapos de cocina como salvamanteles
Muchos trapos de cocina resultan bonitos y, por su propia naturaleza, ya vienen preparados para recoger todo tipo de vertidos accidentales: desde un poco de té hasta las migas del pan. Estas características nos permiten aprovechar el tamaño, tejido y diseño de los trapos de cocina como salvamanteles divertidos con los que animar una mesa.
2. Servilletas de tela con trapos de cocina: ¡son tendencia!
Cierto: podemos comprar servilletas de tela. Pero existe una forma más sencilla y, sobre todo, más económica de hacernos con unas servilletas de tejido grandes, funcionales y bonitas: ¡aprovechemos los trapos de cocina! No se trata de un invento nuevo: algunos restaurantes llevan años aprovechando esta versatilidad de los trapos de cocina para añadir estilo y un toque original a las mesas, y las han convertido en tendencia.
Pues bien, en casa podemos hacer lo mismo ¡Y resulta mucho más barato que hacernos con un juego de servilletas de tela de ese tamaño y calidad! No hay que cortarlos ni hacer nada. Y combinar trapos de diferentes diseños añade una nueva dimensión a nuestra mesa. No solo podemos reutilizar los trapos de cocina: aquí te contamos cinco formas prácticas de aprovechar las sábanas.
3. Utilizar trapos de cocina bonitos como toallas de mano
Los trapos de cocina bonitos nos permiten personalizar incluso el cuarto de baño más tristón. No solo los patrones, también sus texturas nos lo ponen fácil: los trapos de cocina resultan geniales para secarnos las manos. Otro punto a favor: ocupan menos espacio en los cajones que las toallas tradicionales.
4. Envolver el pan o galletas caseras con trapos de cocina
Pocas cosas resultan tan agradables como el pan casero o recién horneado y aún caliente. Y lo mismo ocurre con las galletas y otros biscochos que podemos hacer en casa. Pues bien: aquí viene nuestro sufrido pero estiloso trapo de cocina al rescate. Si envolvemos cualquiera de estos platos en un trapo orgánico (para no dejar residuos) nos durarán más tiempo calientes, ¡y quedan preciosos!
O podemos utilizar un trapo de cocina bonito para envolver la cesta del pan: mantiene aquello que metemos dentro más tiempo caliente, por ejemplo, unas tortillas de trigo, como las que usamos para las fajitas y otros plantos. El trapo de cocina también hace más fácil retirar las migas cuando toca: ¡basta con sacudirlo, y volver a meterlo en la cesta!
5. Un trapo de cocina para conservar el perejil fresco
O podemos recurrir a un trapo de cocina limpio y húmedo para envolver el perejil y conservar las hierbas más tiempo frescas. El truco: hay que enrollarlas con el trapo húmedo, como si fuera un rollito de primavera, y meterlas en la nevera. De este modo, pueden aguantar una semana casi intactas.
Y si enrollamos una hierba aromática leñosa, como el romero, el laurel, el tomillo, el orégano o la salvia fresca, con este método del trapo nos aguantarán una o dos semanas, si no más.
6. Trapos de cocina para proteger los cajones
Y los trapos resultan muy socorridos para proteger el interior de los cajones de la cocina. Además, nos ayudan a absorber el exceso de humedad que pueda haber quedado en cubiertos, vasos o platos. Solo necesitamos recordar sacar el trapo de cocina de tanto en tanto, lavarlo y dejar que seque bien antes de volverlo a utilizar.
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