Ginebras: «Todas las generaciones la han cagado, la nuestra también está en ello»
Ginebras es ese grupo de moda que le gusta a tu hijo, a tu vecina, al frutero, que te gusta a ti y le gusta a todo el mundo. Con sus estribillos irresistibles y su energía guitarrera, han conquistado corazones incluso allende los mares, ya que están a punto de embarcarse en su primer viaje transoceánico para tocar en México. Pero antes, cumplirán con los dos compromisos que tienen con su numerosísima hinchada madrileña, esa que ha agotado las entradas para sus dos conciertos de este fin de semana en La Riviera. ¿Qué tenéis preparado para este doblete? El año pasado, en noviembre, nos aventuramos a hacer una Riviera y no esperábamos para nada vender todas las entradas y más con el contexto pandémico en el que aún seguíamos. Funcionó y eso solo hizo que aumentasen las ganas de hacer más. Es un concierto histórico porque cerramos una etapa y porque ¡vamos a hacer dos! Estamos mimando el show que hemos hecho todo este año, pero con un plus de escenografía, uniones de canciones y alguna que otra sorpresa. La idea es que la gente se lo goce tanto como nosotras. Noticia Relacionada estandar No Radar Joven, un festival para salvaguardar la cantera pop madrileña Nacho Serrano Veinticuatro salas acogerán 47 conciertos de artistas emergentes hasta el 31 de octubre, en una iniciativa de la Comunidad por el Año Europeo de la Juventud Lleváis ya varios años en Madrid (creo que solo una de vosotras es de la capital, no?), ¿qué tal os trata la ciudad? ¿Qué es lo que os engancha más de ella, y lo que eliminaríais de un plumazo? Sí. Solo Raquel es nacida en Madrid, el resto venimos de Coruña, Alicante y Cádiz. Creo que todas nos sentimos parte de Madrid desde el minuto uno, porque aquí, aunque suene muy tópico, pero nos sentíamos más libres de ser lo que queríamos ser y hacer lo que más nos gustaba hacer. Cualquier cosa que imaginases, la podías comprar en la calle de al lado. Cualquier grupo que imaginases, daba un concierto a dos meses luz. Cualquier prejuicio que puedas tener, se te caía de un plumazo, porque aquí te abres a conocer el mundo sin miedo. Y por eso nos aventuramos a hacer una banda, porque no le tuvimos miedo. Eliminaríamos el estrés del bullicio que hace que desconectes un poco de ti misma. ¿Cómo creéis que afectó al grupo empezar justo antes de una pandemia global? ¿Puede que tuviera un lado positivo de algún modo? A todo le intentamos sacar el lado positivo, así que sí, en cierto modo fue bueno. La gente estaba en sus casas aburrida y se abrió a descubrir mucha música nueva. La gente estaba triste, como es lógico, y nosotras cantábamos canciones alegres y sobre temas con poca carga emocional, y supongo que la gente se agarraba a eso para evitar hundirse. Sí, tuvo su lado positivo. Pero también fue una putada para nosotras no poder tener ese feedback del público en conciertos, sacar un disco sin poder hacer una presentación digna, hacer todas las entrevistas desde el sofá de tu casa, no poder ensayar hasta el punto de que se nos olvidó tocar las canciones… Pero eso mejor lo olvidamos, quedémonos con lo positivo. Vuestra última canción, 'Ansiedad', es de esas que captan el zeitgeist. ¿Cómo surgió la idea, y cómo fue el proceso creativo con un tema tan sensible? El verano pasado, una amiga nuestra estaba pasando por una pequeña crisis y para ayudarla pensamos en escribirle una canción. Mientras la hacíamos nos dimos cuenta de que nos sentíamos más identificadas personalmente de lo que pensábamos. Al final nos acabó ayudando más a nosotras que a nadie. Como todas hemos pasado por ahí, simplemente hicimos lluvia de ideas de cómo nos sentíamos, pero sin meternos en términos psicológicos o sin dramatizarla en exceso. Metáforas fáciles de entender para todo el mundo y que llegue directa. Con todo este contexto en el que el juicio nos hace tanto daño, las redes sociales, una pandemia, inestabilidad económica, política, el atolondrado avance de la tecnología, la 'lgtbifobia'… etc. ¿Cómo no vamos a estar inestables emocionalmente? Mucha más gente de la que pensamos se ha sentido identificada y eso da miedo. Lo mejor de todo, es que hemos ayudado a muchas de esas personas y ya solo por eso, ha merecido la pena. Dentro de nada debutáis en México, ¿cómo os sentís ante el reto y qué expectativas tenéis de los resultados de la visita? Estamos un poco nerviosas porque sabemos cómo funcionamos en España pero no fuera de aquí. Nos llegan mensajes todos los días de mucha gente mexicana y por eso creemos que va a ser increíble, porque desde aquí ya notamos el cariño. Es un reto importante porque es un paso muy grande y sentimos que es muy pronto para nosotras. Pero ha pasado ahora y prometemos estar a la altura. Desde luego divertirnos nos vamos a divertir. «El guitarreo nos flipa y no lo vamos a abandonar» ¿Cómo estáis viviendo el éxito que está logrando la banda? Supongo que también tiene un lado oscuro, relacionado con la pregunta anterior (la ansiedad)… las dudas sobre si dejarlo todo por la música al tener una trayectoria con tan buena pinta, el estrés asociado a la vida artística… La mayoría de nosotras ya hemos dejado todo por la música. Porque quien no arriesga no gana y si confiamos en el proyecto, había que poner toda la carne en el asador. El vértigo se siente bastante, no nos vamos a engañar. Es muy difícil tener previsión de futuro con un trabajo como este y hay que estar muy fuertes emocionalmente para que esa inestabilidad no nos coma. Así que lo que estamos haciendo es cuidar mucho la banda, cuidarnos mucho entre nosotras, cuidar de una misma tanto mentalmente como físicamente, trabajar muchísimo y seguir soñando, que es el motor que nos ha traído hasta aquí. El cariño de la gente es una parte fundamental también en todo esto y aunque nos parezca una locura y a veces no entendamos por qué, es lo que nos da fuerzas para seguir apostando por la música. ¿Ginebras podría abrirse a otros sonidos menos 'de banda de guitarras' en el futuro? ¿O sois fieles al estilo viejo escuela en ese sentido? Ginebras tiene las puertas, las ventanas, los cajones y los oídos abiertos de par en par. No le tenemos miedo a nada y sí, nos gustaría probar de todo. El guitarreo nos flipa y no lo vamos a abandonar, pero todo puede convivir. La estética de la banda parece medio natural, medio calculada, ¿qué importancia le dais a este aspecto? Al principio era una auténtica anarquía. No pensábamos nada y cada una hacía lo que le daba la gana. Ahora también, pero con algunos tips, por ejemplo, ir vestida entera de un color. Ese tipo de cosas 'calculadas' son necesarias también porque si no sería un caos y ya bastante caos es nuestra vida. Pero no queremos perder la naturalidad de improvisar de vez en cuando. No sé si visteis un reportaje que salió en el periódico hace poco, acerca de los cachés de festivales , la posibilidad de un salario mínimo para los músicos, etc. ¿Qué opináis sobre estos asuntos? Tristemente este tipo de situaciones se dan más habitualmente de lo que parece, porque, por lo general, cuando un trabajo está relacionado con el arte parece menos trabajo y, por lo tanto, ni se valora ni se paga como se debería. Si tanto te gusta pues hazlo gratis, ¿no? Perdona, eso no es así, hacer de lo que más amas una profesión es un privilegio, eso es indudable, pero hay mucho curro detrás, muchas horas y muchas personas cuyos sueldos dependen de este trabajo. Ofrecer este tipo de cachés o de tratos es aprovecharse precisamente de esta ilusión y alimentar la imagen que se ha creado durante décadas que ser músico o música es subirte al escenario medio pedo a tocar la guitarrita durante una horilla y luego irte de fiesta, que no es un trabajo serio. Nada más alejado de la realidad, son horas y horas que no se cobran de ensayos, componer, entrevistas, reuniones…y eso se tiene que cobrar de una manera digna. En definitiva, la música es un trabajo como otro cualquiera, ni mejor, ni peor, y eso merece un sueldo que por lo menos te pueda permitir vivir y mantener las ganas de seguir creando, porque con sueldos precarios, es muy difícil mantener la ilusión. MÁS INFORMACIÓN Ginebras: «Ahora no sabremos si el público se sabe las canciones porque irá con mascarilla» Las cosas pintan realmente mal a nivel social y económico, e incluso peor si eres joven… ¿tenéis la sensación de que la generación anterior a la vuestra ha hecho las cosas fatal, y ahora le toca pagarlo a la vuestra? Creemos que todas las generaciones la han cagado en algún momento y la nuestra está en ello también. Echarle la culpa siempre a los que te anteceden es la excusa fácil. Más que centrarnos en cómo se relacionaban y convivían hace treinta años o cómo se distribuía el dinero en la cultura hace treinta años, centrémonos en crear una armonía de respeto y cariño entre todas las personas independientemente de sus condiciones, o en pensar en unas medidas justas y dignas para los trabajadores culturales (en nuestro caso) sin que haya menosprecio por parte del resto de departamentos. Menos culpar y más proponer.