Así es el paso por 'rehabilitación' de barrios densificados y con un crecimiento desordenado
En 1998 se declaró el Área de Rehabilitación Integrada (ARI) –como anteriormente se denominaba a las actuales Áreas de Rehabilitación y Regeneración Urbana (ARRU)– de 'La zona de Platerías, Catedral y sus entornos en el Casco Histórico de Valladolid'. Fue la primera iniciativa de un programa estatal que desarrollan las comunidades autónomas y en el que se implican los ayuntamientos o diputaciones en cuyos dominios se planifique esta intervención. En su origen, los objetivos estaban orientados a fomentar la iniciativa privada y a poner en valor las áreas históricas , recuperando los tejidos y conservando el patrimonio arquitectónico. Sin embargo, con el paso del tiempo se cambió la estrategia y, siguiendo la tendencia de las políticas europeas, se extendieron las actuaciones hacia barrios 'degradados'. San José Obrero y el Palo Mirasierra, en Segovia; El Carmen, en Palencia, o La Rondilla, en Valladolid, son sólo unos ejemplos. Junto a ellos, fue creciendo también el protagonismo del medio rural. En estos casos el beneficio fue doble, destacan desde la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio que dirige Juan Carlos Suárez-Quiñones . En los espacios rurales las mejoras en las viviendas redundaron, además de en la calidad de vida de los propietarios, en el conjunto sus habitantes, al suponer esta actividad un foco generador de empleo local. La Pedraja de Portillo, en Valladolid, o Coreses, en Zamora, han sido algunos casos. Incluso se han dado áreas que compartían agrupaciones de municipios o mancomunidades como el de la Sierra de Ayllón, en la provincia de Segovia, o el de Tierras del Renacimiento, en la de Palencia. Son más de setenta las áreas de Regeneración Urbana en las que se han puesto en marcha proyectos de rehabilitación –algunas de ellas con varias fases– en los últimos 24 años. Tres de ellas, radicadas en la provincia de León (en la capital del Bernesga, San Andrés del Rabanedo y Ponferrada), sirven para ilustrar de forma conjunta los resultados de estas limpiezas de cara de viviendas y espacios públicos a ras de calle. Entre las tres han rehabilitado 795 viviendas con un gasto conjunto de diez millones de euros. San Andrés del Rabanedo Construcciones de los sesenta El ámbito seleccionado cuenta con una superficie delimitada d e 79.554 metros cuadrados y 938 viviendas integradas en inmuebles de carácter residencial, que albergan una población censada de 1.485 personas, además de 105 inmuebles (Casa de cultura, Centro de salud, comercial y residencial). El conjunto residencial consta de edificaciones levantadas entre finales de los sesenta y los años setenta. Se rehabilitaron 72 viviendas con una financiación prevista de 1,9 millones de euros, de los cuales uno fue aportado por la Junta de Castilla y León, otros 208.300 euros por el Gobierno de España y los 773.755 restantes por el ayuntamiento de la ciudad leonesa. León Oeste Crecimiento condicionado Las actuaciones se desarrollaron en el periodo 2008-2019, durante el cual se procedió a la rehabilitación de 169 inmuebles en la primera fase y 404 en la segunda, así como la reurbanización en diversos espacios públicos de esta área en el margen derecha del río Bernesga, al otro lado de la ciudad histórica, en una zona desarrollada urbanísticamente en el siglo XX con un crecimiento inicialmente desordenado y condicionada por el trazado del ferrocarril . La inversión ascendió a cuatro millones de euros, de los cuales más de la mitad la asumió en Ayuntamiento, mientras la Junta aportó el 16%, el Ministerio el 20% y los particulares un 12,5%. Ponferrada Concentración El Área de Regeneración Urbana se localiza en el barrio de La Puebla, un área altamente densificada desarrollado en el tridente de comunicaciones formado por la Avenida de Portugal, Avenida de Galicia y Avenida de Asturias durante el periodo de desarrollo a mediados del siglo pasado. El ámbito de actuación estaba en el extremo más septentrional del conjunto con una superficie delimitada de unas 12 hectáreas y con 1.450 viviendas que albergan unos 3.564 vecinos. Se rehabilitaron 150 de ellas con un presupuesto de cuatro millones de euros, de los cuales la Junta se hizo cargo de 1,8, el Ayuntamiento de 1,4, el Ministerio de 376.000 euros y, por último, los particulares de 337.500.