Empezó siendo mecánico, se reinventó como heladero y hoy es dueño de una de las cadenas más populares
Sei Tu opera más de 300 heladerías en el país. Cómo se transformó de una marca en caída a una red en expansión.
Juan Stranges pasó de engrasarse las manos arreglando autos a practicar para aprender a armar cucuruchos todos los días. Tuvo su propio local de barrio, fue uno de los distribuidores de helado más grandes del país, pero de la noche a la mañana se quedó sin producto. Logró reinventarse como fabricante y hoy es dueño de Sei Tu, una de las cadenas más conocidas del mercado local con más de 300 sucursales en operación.
A los cuatro años llegó en barco desde Italia junto a sus padres y sus tres hermanas. Empezó a trabajar desde muy joven en un desarmadero, aprendió a ser chapista y los secretos de las gomerías. Con solo 19 años abrió su propio taller y ahí encontró el rubro que le dio estabilidad.
Sei Tu produce más de 300.000 kilos de helado por mes
A medida que el negocio del taller mecánico crecía, Stranges también incursionó en otros emprendimientos. Empezó a comprar y vender autos y de los vehículos pasó a invertir en propiedades. Y así fue como llegó al mundo de los helados.
Un oficio inesperado
Un cliente le propuso abrir juntos una heladería barrial en uno de los locales vacíos que Stranges tenía. Si bien él no conocía nada de esta industria, decidió dar un salto de fe. Pero primero tenía que aprender algunas cuestiones básicas. Por eso pasaba horas junto a sus hijas practicando cómo armar los cucuruchos de helado.
Durante varios años su día se repartía: a la mañana en el taller, a la tarde en la heladería. No obstante, Stranges se reinventó. Junto a un socio creó una distribuidora con Unilever, dueño de la marca Kibón, como uno de sus principales clientes.
A fines de 1999, la multinacional le propuso hacerse cargo de toda la distribución de sus productos en CABA y el Gran Buenos Aires. A su vez, le ofrecieron venderle los camiones y freezers para que pudiera hacerlo, según contó en diálogo con el programa Historias que inspiran. No obstante, unos años después la apuesta se convirtió en un dolor de cabeza.
Una nueva reinvención
Unilever optó por salir del mercado argentino con su helado y lo dejó sin producto que distribuir. Rápido de reflejos, negoció con Nestlé para poder mantener su estructura y así la empresa continuó en pie. En 2010 llegó el momento de una nueva transformación.
Al igual que Stranges, José Laisé había llegado desde Italia. A fines de los 80 fundó su heladería y esta tomó escala industrial en 1994 cuando compró el predio donde funcionaba la bodega Uvita. A partir de ese momento, su compañía aceleró la apertura de locales bajo la marca Sei Tu.
Stranges compró la empresa en 2010 y en diez año triplicó la cantidad de franquicias que operaba.
Su firma se hizo conocida por sus precios económicos y llegó a tener 90 locales. Pero los costos empezaron a crecer, mientras que las ventas se enfriaron. En 2010 Laisé buscaba vender la empresa, ya que ninguno de sus hijos quería continuar con el emprendimiento familiar, y en ese momento apareció en escena Stranges.
Tras adquirir la empresa, optó por continuar desarrollándola con esta marca. Renovó los locales, actualizó la maquinaria e intensificó el crecimiento con franquicias. Además, sumó otros productos, como pizzas congeladas, Nuggets de pollo y empanadas, para que las ventas no sufrieran tanto los inviernos.
Actualmente Sei Tu cuenta con 385 sucursales en operación y produce 320.000 kilos en su planta.