López Obrador y Biden sellan una alianza para tratar de reducir el flujo migratorio
Joe Biden se ha asegurado ya al inicio de la cumbre de países norteamericanos una concesión vital para su nueva y endurecida política migratoria: la disposición de México de acoger a más inmigrantes sin papeles devueltos por Estados Unidos en caliente. Así lo dejó ver el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tras haber recibido a su homólogo estadounidense en el aeropuerto y haber tenido una conversación con él en el coche que los transportó el domingo hasta la Ciudad de México. Recientemente, la Casa Blanca dijo que México ha aceptado recibir a unos 30.000 deportados procedentes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití, en un giro a una política migratoria que prometía ser mucho más laxa, antes de que las detenciones de sin papeles al sur del país alcanzaran las cotas históricas de la Administración Biden, más de cuatro millones desde 2021. En su conferencia mañanera del lunes, López Obrador aseguró: «Se pueden aumentar los números». Lo cierto es que el tira y afloja y el mercadeo comenzó antes incluso de que arrancara la cumbre entre EE.UU., México y Canadá, que concluye este martes. Biden le hizo todo un favor a López Obrador volando no al aeropuerto de Ciudad de México sino al Felipe Ángeles, de nueva construcción y lugar de varias controversias. Se espera que el aeródromo, cuando se acabe, cueste 4.100 millones de dólares , y se comenzó a construir después de que un proyecto anterior, lanzado por el gobierno previo, fuera anulado de forma apresurada. El aeropuerto ha sido muy criticado por la oposición mexicana por carecer de accesos finalizados en su inauguración o la falta de vuelos que en momentos puntuales lo convirtieron en un lugar fantasma. Noticia Relacionada estandar Si Biden da un giro a la derecha y endurece la política migratoria David Alandete El presidente de EE.UU. aprovecha una crisis en el Partido Republicano para volver a medidas trumpistas Aparte de la grave crisis migratoria, el gobierno de Biden quiere debatir con López Obrador cómo renovar la cooperación contra el narcotráfico, sobre todo dado el aumento dramático de envío de fentanilo a EE.UU. Preocupación por el narcotráfico Según el Gobierno de EE.UU., casi 110.000 personas mueren al año de sobredosis en el país, y en más de un 65% la causa es ese analgésico que es más potente que la morfina. La semana pasada, el Gobierno mexicano detuvo al hijo de Joaquín 'El Chapo' Guzmán en una operación diseñada a descabezar una de las mayores redes de producción y distribución de esa mortífera droga. Ahora, Washington quiere más. Según dijo a los medios el consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, «la expectativa es que el presidente Biden pueda salir de las reuniones y pueda decir que sí cree que tiene compromisos para una cooperación más fuerte en el tema del fentanilo». Se espera, pues, que Biden presione a México de forma discreta para que haga mucho más por combatir la corrupción y la connivencia de algunos elementos del gobierno con el crimen organizado que durante décadas han permitido el florecimiento de los cárteles al sur de la frontera. Biden ha sido el primer presidente de EE.UU. que visita México desde hace doce años, y lo hace para lo que se conoce informalmente como 'Cumbre de los Tres Amigos'. Ya en noviembre se vieron los tres mandatarios en una reunión en la Casa Blanca. Los contactos entre los tres mandatarios suelen ser comunes, pues las tres naciones tienen en pie un acuerdo de libre comercio que renovó Donald Trump. Cambio en la política migratoria Entre cumbres, Biden ha anunciado un cambio a la política migratoria de EE.UU., la cual cuenta ahora con un cupo para haitianos, cubanos, nicaragüenses y venezolanos. Podrán cruzar hasta 30.000 al mes , para trabajar durante dos años con una visa humanitaria, algo que se espera descongestione los pasos fronterizos de Tijuana, Ciudad Juárez y otros. Aun así, EE.UU. castigará sin poder entrar en cinco años a los que se presenten sin cita en la frontera, lo que para los grupos de defensa de los peticionarios de asilo supone penar a los que huyen de las dictaduras. Para Washington es crucial contar con el beneplácito de México para expulsar inmigrantes de países como Cuba, Venezuela o Nicaragua, pues por el cierre de las dictaduras que los rigen se hace imposible tener en pie un sistema efectivo de repatriación. El domingo, Biden visitó durante cuatro horas El Paso, la ciudad texana que linda con la mexicana de Ciudad Juárez, en lo que es su primera visita a la frontera. Aun así, el presidente no se vio con ningún inmigrante y se centró exclusivamente en dialogar con agentes de frontera. Ahora, la crisis migratoria se le complica todavía más al mandatario estadounidense, pues los republicanos acaban de tomar el control de la Cámara de Representantes y han prometido investigar sus decisiones. También han prometido reforzar la inversión en acabar el famoso muro de la frontera, cuya construcción quedó suspendida por un decreto firmado por el propio Biden durante su primer día de mandato en la Casa Blanca.