El Atlético va para atrás
PESTAÑA j17-almeria-atleticomadrid-liga22/23 Crónica 4 El fútbol a veces consiste en no hacer nada. En no intervenir para intervenir más todavía. Para decidir. Un arte. Es lo que hizo de repente Griezmann en Almería, volviéndose a poner la americana un momento y a recordar que no hace falta mancharse de barro para prosperar. Recibió un pase de Kondogbia de esos que superan líneas y el francés lo mejoró con una maravilla. Fingió que iba a llevarse el balón y lo dejó pasar sin tocarlo para la carrera de Correa , que aparentemente no estaba en la foto de esa jugada. Un engaño que se comió la defensa local y que situó al delantero argentino solo frente a Fernando. Un gol para colgar en el salón. El Atlético, que no estaba siendo mejor que el Almería por entonces (minuto 18), tampoco peor, se ponía por delante con una genialidad contradictoria que no le será reconocida a su autor en las estadísticas (solo quedará, aunque sea un poco mentira, que Kondogbia dio la asistencia y Correa marcó el tanto). Un truco, simular que se participa para apartarse, que reprodujo Correa poco después como regate (los giros sobre sí mismo del campeón del mundo son puñales) y que casi aumenta la renta visitante en los mejores minutos rojiblancos, ahí sí. Y si Kondogbia hubiera hecho lo mismo, no intervenir para intervenir más, no tocar la pelota en vez de empujarla, el Atlético habría agrandado el marcador. Pero se metió para prolongar un remate de Marcos Llorente que ya había superado a Fernando (que se había lucido justo antes con una estirada en un remate de Hermoso) y obligó a anular el tanto por fuera de juego. Almería 1 - 1 At. Madrid Liga 2022-23 / Jornada 17 Almería: Fernando; Pozo, Ely, Chumi, Akeme; Baptistao (Ramazani, m.66), Robertone (Arnau, m.87), Samu, Melero (Aguarás, m. 79), Embarba (Mendes, m.79); y El Bilal Touré (Luis Suárez, m.66). At. Madrid: Oblak; Nahuel, Witsel, Hermoso, Reinildo (Reguilón, m. 67); Llorente (Saúl, m.92), Koke (Barrios, m.46), Kondogbia, Lemar (Morata, m.67); Griezmann y Correa (Felipe, m.77). Goles: 0-1, m.18: Correa. 1-1, m.37: El Bilal. Árbitro: Sánchez Martínez. Expulsó a Reguilón (m.89) por doble amonestación. Mostró amarilla a Baptistao, Kondogbia, Mendes, Saúl y Ely. Pero, claro, lo de no intervenir para intervenir, no tocar el balón, es un recurso ocasional. Y poco recomendable de utilizar en defensa. Quizás fue sin querer, un error de cálculo garrafal, pero es lo que hizo Witsel acercándose el final de la primera mitad ante el centro magnífico de Robertone a su espalda. Así que El Bilal puso el empate a placer (el exatlético Juanfran, en la tele, le echó la culpa también a Nahuel, por no cerrar, y puede que sí, pero miren quién fue a hablar). Con el 1-1 y malas sensaciones del Atlético, que cambió del 4-4-2 inicial al 5-3-2 favorito de su técnico al ver la debilidad de los centrales, se llegó al descanso. Witsel con cinco cumple por atrás, con cuatro y Hermoso de acompañante para más inri es un coladero. Un Koke muy fallón unos metros por delante y un Lemar poco activo contribuían a que el control virara claramente del lado almeriense. Robertone al mando. Noticias Relacionadas opinion Si De Cara Víctimas de Simeone José Miguélez estandar Si Fútbol El adiós de Miranda: la cabeza que puso fin a una pesadilla Jorge Abizanda La segunda parte no mejoró el asunto para los de Simeone. Sí la entrada del chaval Barrios por el apagado capitán, pero no lo suficiente como para entregarles de inmediato el volante. El Atlético se mostró como un equipo confuso, sin grandes ideas en ataque y muchos despistes en defensa, y el Almería, con menos apariencia de ambición (a la contra) pero los deberes muy claros, muy seguro del partido que debía jugar. Correa continuó como el futbolista más encendido, pero al final de sus maniobras estaba siempre Griezmann, que en su nueva versión ha perdido el gol y su vieja exquisita definición. La irrupción de Morata, al fin un nueve de referencia, partió el encuentro, lo volvió un ida y vuelta, pero le dio munición ofensiva verdadera al Atlético. Con la velocidad de Llorente por la derecha (ahora cuentan más las piernas que la clase), los rojiblancos construyeron ocasiones de las que no pueden fallarse. Pero Morata y Correo se encontraron con un extraordinario Fernando. Y entonces a Simeone le entró un ataque de pánico y suspendió el intercambio de golpes retirando a Correa e incoporando a Felipe. Un central por un delantero. Una forma como otra cualquiera de pactar unas tablas que no le valen de nada. Un paso atrás que redondeó el exmadridista Reguilón firmando su primera expulsión a traje cambiado. El Atlético ya no habla portugués, pero a su entrenador todavía no se le entiende.