Jolgorios
Dentro de tres semanas, tecleros de todo el país se reunirán en La Habana para festejar el aniversario 18 de las tertulias ocurrentes y el aniversario 22 de nuestra sección, una cubanita que nació con el siglo XXI. Mientras tanto, los duendes por todo el país continúan su jolgorio por la llegada del nuevo año.
En Santa Clara tuvo lugar la Tertulia La Tecla del Duende en la Galería Provincial de las artes visuales. Reporta Lillicsy que comenzaron con una relajación, a cargo del Dr. Oscar Ojeda. Le dieron curso a las proyecciones para el nuevo año, a través de la Lealtad hacia la familia, la actitud positiva ante la vida y la gratitud.
También La Habana reunió a los lectores en la Sociedad Cultural José Martí. Se abordaron los planes para 2023, entre ellos el concurso para honrar a Guillermo Cabrera Álvarez en el aniversario 80 de su natalicio; la refundación de tertulias y la fundación de algunos nuevos espacios, así como el recorrido por Cuba para intercambiar con lectores de nuestra columna.
Mientras tanto, la Tecla del Yayabo estuvo de celebraciones: Nidia Labrada Sosa cumplió años el 16 de enero e hizo una poesía titulada Feliz 2023, regalando además a cada participante una carita feliz. Seguidamente, Arminda señaló los tecleros que cumplen en enero y le cantaron felicidades a Olguita, Ladys y Nidia. Hubo lectura de poesías y tuvieron como invitada a la escritora María del Rosario Basso Ibarra.
Este sábado habrá dos encuentros de manera simultánea. A las diez de la mañana, los ocurrentes holguineros se citarán, como es habitual cada tercer sábado del mes, en la sede provincial de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). En Matanzas, justo 17 años después del primer encuentro auspiciado por Guillermo Cabrera Álvarez, se refundará la tertulia yumurina. Con el apoyo del periódico Girón y de la UPEC provincial, nos veremos en la sede de esta última desde las diez de la mañana. Viviremos la felicidad de muchos rencuentros.
Regalo de jueves
Tertulia Matanzas, inolvidable. Niurka trajo la palabra de su hijo en la gruesa libreta de tapas rojas. Ahora que él se ha ido transformado en rocío, ella lo atesora y lo reparte. La bandera, detrás, flamea. (Guillermo Cabrera Álvarez, 26 de enero de 2006).