Los menús de las residencias de mayores de la Comunidad de Madrid, sometidos a control
¿Cómo comen los ancianos en las residencias de mayores? El debate ha saltado ocasionalmente a los medios, empujado a veces por programas de televisión y en otras por declaraciones como las del jubilado Mariano Turégano, que habló descarnadamente en el pleno de San Sebastián de los Reyes de las muchas carencias de su residencia, entre ellas una «comida deleznable». Para controlar su cantidad y su calidad, la Consejería de Familia ha puesto en marcha las comisiones de menú, donde participan la dirección de los centros pero también los residentes o sus familiares. De este modo, son los propios consumidores de los menús y sus familiares en ocasiones, junto con la dirección de los centros y los médicos o nutricionistas de los mismos, los que controlan la calidad, cantidad y equilibrio de estas dietas. En la Comunidad de Madrid hay cerca de 52.000 plazas en casi 500 residencias de mayores repartidas por la región. La Consejería de Familia, Juventud y Política Social, que dirige Concha Dancausa , es la responsable de regular las condiciones de apertura, funcionamiento y cierre de estos centros. Lo que incluye la alimentación de los residentes. Noticia Relacionada estandar Si Josefa Ros: «He visto casos de intento de suicidio en residencias de mayores por aburrimiento» Elena Calvo Ganadora del Premio Nacional de Investigación para Jóvenes María Moliner, busca propuestas para mejorar la salud mental de los ancianos en centros residenciales La baja calidad de más de 80 menús –certificada por varios nutricionistas– fue denunciada años atrás por una publicación especializada en mayores, y la queja llegó hasta la Asamblea de Madrid en febrero de 2020, lo que motivó una propuesta de cambio del reglamento para mejorar este servicio. A través de las comisiones de menús, se trasladarán a las direcciones de las residencias tanto las sugerencias y propuestas como las mejoras a introducir o las opiniones de los usuarios. Desde la Consejería de Familia se ha instado también a las residencias privadas a que las constituyan a lo largo de este año. La consejera Dancausa, recuerda que en las residencias con financiación pública de la región se sirven «cerca de 50.000 comidas principales diarias» y subraya que las comisiones «sin duda nos ayudarán a mejorar la calidad de las mismas». Las claves Quejas públicas La calidad y cantidad de las comidas de las residencias de mayores han sido objeto de críticas en varias ocasiones. Algunas denuncias incluso han llegado a la Asamblea de Madrid 130 residencias de mayores de Madrid, públicas, de gestión indirecta o con plazas concertadas, cuentan ya con estas comisiones de menús. Obligatorias La Consejería de Familia hizo llegar una orden a las residencias anunciando la obligatoriedad de poner en marcha este nuevo sistema. Y ha instado también a las privadas a que las constituyan a lo largo de este año. 52.000 mayores viven en las cerca de 500 residencias repartidas por toda la Comunidad de Madrid. Lo que supone unas 50.000 comidas, desayunos, meriendas y cenas cada jornada. Las comisiones de menús contribuirán a mejorar su calidad. El sistema de las comisiones de menús persigue llevar un control sobre sus contenidos, para vigilar que se ajuste a las necesidades de esta población. El método es de implantación muy reciente, pero ya se ha implantado en las 25 residencias públicas gestionadas por la Agencia Madrileña de Atención Social, en las 18 de gestión indirecta y en 27 de las 34 que tienen firmados otros convenios con la Comunidad de Madrid, que también las han constituido ya. Por su parte, de las 108 entidades con plazas concertadas incluidas en el nuevo Acuerdo Marco (cuyas condiciones entraron en vigor el 1 de julio de 2022 y que también tienen la obligación de constituir estas comisiones de menús), casi el 80 por ciento ya cuentan con ellas. La suma da un resultado de cerca de 130 residencias públicas, de gestión indirecta y con plazas concertadas que las han puesto en funcionamiento. «En nuestro caso, funciona desde octubre», explica Ana Belén Nicolás, directora de la Residencia Amavir Pozuelo. En su caso, ya contaban con un precedente: una comisión de residencias en las que se abordaban todos los temas relativos al funcionamiento del centro. «Pero luego vino la orden de la Consejería, y abrimos una específica de menús», explica a ABC. Calidad y cantidad Los servicios médicos y de nutricionistas de la residencia forman parte de la misma, al igual que ella misma y tres residentes. En lo que más peso ponen, a la hora de analizar las características del menú, es en «la calidad, porque creemos que eso permite una alimentación equilibrada y saludable, y un equilibrio nutricional». «Nos importa la calidad», confirma José Luis Rodríguez Cano, residente de 84 años. La cantidad también tiene su peso, aunque recuerda que «ya somos mayores; tampoco nos pueden meter una fabada...». Según explica la directora, la comisión de menús se reúne una vez al mes. A lo largo de la misma, se evalúan los menús que han elaborado los nutricionistas y «se analizan los resultados de las encuestas de satisfacción» , que en su centro alcanzan un honroso 7,61. «También estamos atentos a comprobar que se han cumplido los compromisos que se hayan adoptado». Y si hay alguna queja, «se le manda a la cocinera», concluye. «En general, se cumplen», asegura José Luis, que apuesta por consensuar: «Entre dos personas o entre 400, si no se dialoga, no se llega a ningún lado». Muchas residencias optan por un servicio de catering para las comidas de los mayores. «Aquí no; la comida se cocina en el centro ; no es que la otra sea mala, pero preferimos este sistema», asegura Ana Belén Nicolás . Hay toda una panoplia de menús en cada residencia: los normales, los de protección gástrica, los de turmix (en forma de purés, para residentes con problemas de masticación o deglución), y los especiales para diferentes patologías. «Siempre cuentan con dos primeros platos y dos segundos, a elegir», explica la directora. En ocasiones, los menús incluso tienen aportaciones de los residentes. Como la de Margarita, una de las que participan también en la comisión de menús, «que es extremeña, y ayudó el otro día a hacer unas migas». La inflación aprieta La inflación galopante, que se ha traducido en subida de precios, también de los alimentos frescos, se deja sentir también a la hora de resolver los menús: como explica la directora de esta residencia de Pozuelo, «todos lo notamos, esa subida del 15 o 20 por ciento en la comida se nota, claro. Pero la calidad se mantiene: hemos asumido nosotros la subida», asegura. A través de las comisiones de menús, se trasladarán a las direcciones de las residencias tanto las sugerencias y propuestas como las mejoras a introducir o las opiniones de los usuarios. Desde la Consejería de Familia se ha instado también a las residencias privadas a que las constituyan a lo largo de este año