El vocero de Dina Boluarte: funciones que no están claras y poco peso público
¿Cargo que aporta? Expertos analizan el trabajo de Freddy Hinojosa, portavoz de la presidenta. Resaltan que hay una superposición de funciones y que el problema de fondo del Gobierno no es de comunicación sino de gestión y objetivos.
La figura de un vocero presidencial es novedosa en el Perú. El encargo ha recaído en Freddy Hinojosa, y de acuerdo con especialistas en comunicación política consultados, hay muchas interrogantes acerca de su trabajo y de los beneficios que podría traer a Dina Boluarte y su imagen venida a menos.
Primero, hay un asunto de límites de funciones que no está claramente establecido.
El artículo 123 de la Constitución señala que al presidente del Consejo de Ministros le corresponde, después del presidente de la República, ser “el portavoz autorizado del Gobierno”. El propio premier Alberto Adrianzén declaró en una entrevista en RPP que la función de Hinojosa es solo “anunciar las actividades que diariamente desarrolle la jefa de Estado”.
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Sin embargo, si uno revisa las intervenciones de Hinojosa se dará cuenta, de inmediato, que su trabajo de vocería ha ido más allá de ser el que dé cuenta de la agenda presidencial.
Por ejemplo, el 14 de mayo defendió el nombramiento de Juan Alcántara Medrano -relacionado con Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta- como viceministro de Justicia y aseguró que todo se hizo de acuerdo a los procedimientos regulares, negando cualquier injerencia externa “al aparato gubernamental”. En esa misma ocasión indicó que el Gobierno no privatizará Petroperú.
Cuatro días antes, el vocero negó que Boluarte vaya a renunciar al cargo de jefa de Estado. Esto, tras la detención de su hermano Nicanor como parte de las investigaciones llevadas a cabo por el Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder (Eficcop).
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“De ninguna manera existe la posibilidad de una renuncia. Lo importante es que el Gobierno tiene claramente establecidos los grandes objetivos nacionales”, sostuvo en una conferencia convocada en Palacio.
El 7 de mayo, frente a la noticia de que Boluarte se habría ausentado debido a un posoperatorio por cirugías plásticas, Hinojosa respondió que se trataba de un asunto propio de su “esfera privada”.
Es decir, lejos de limitarse a dar cuenta sobre la agenda presidencial (algo que perfectamente puede hacerse mediante una simple nota de prensa), el portavoz, en sus conferencias, ha defendido a Boluarte y ha hecho anuncios sobre decisiones de Gobierno.
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Los vacíos
“Coincido en que hay problemas en la delimitación de funciones”, dijo Jeffrey Radzinsky. El analista añadió que percibe dos problemas de fondo con el portavoz. El primero, que en ciertos casos se ha visto una “superposición de funciones” entre el vocero y el trabajo que, constitucionalmente, le corresponde a la Presidencia del Consejo de Ministros. El segundo, que en política “el mensajero es tan importante como el mensaje” y que, en ese sentido, Hinojosa no es alguien que sea especialmente reconocido.
Radzinsky recordó que la última vez que Boluarte ofreció una conferencia de prensa fue el 5 de abril para responder sobre el tema de los relojes Rolex y sus joyas.
“Entonces, la presencia del señor Hinojosa nos remite a la ausencia de Boluarte”, precisó.
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Por su parte, para Giovanna Peñaflor, de Imasen, si bien es verdad que, teóricamente hablando, parece ser una decisión correcta tener un vocero, la oportunidad no parece ser la más feliz, en medio de una profunda crisis y con un respaldo ciudadano al Gobierno que no llega a dos dígitos.
Peñaflor sostuvo que el Ejecutivo no tiene ni objetivos claros ni resultados por ofrecer. Así, consideró que el principal problema del Gobierno no es comunicacional, sino más bien de gestión y de ausencia de visión. “Es un Gobierno ineficiente, sin objetivos planteados, que ni siquiera encara temas tan graves como el aumento de la pobreza. Hinojosa no va a resolver nada”, advirtió Peñaflor.
Portavoces presidenciales en otros países
En otros países de la región, quienes ejercen las vocerías de los presidentes son figuras con una mayor presencia pública, a diferencia de lo que ocurre con Freddy Hinojosa. Por ejemplo, en Chile, Camila Vallejo -exlideresa estudiantil y exdiputada- es la ministra vocera del Gobierno de Gabriel Boric. En Argentina, Manuel Adorni es el vocero del Gobierno de Javier Milei.