La negra historia del Club Deportivo Badajoz: un juicio por un comunicado oficial
El camino tortuoso del Club Deportivo Badajoz sigue quemando sus etapas con el enfrentamiento por el liderazgo del equipo mientras que el ayuntamiento mantiene el silencio sobre uno de los emblemas de la ciudad. El expropietario del club Joaquín Parra lleva solicitando de forma insistente una entrevista con el alcalde Ignacio Gragera que no se produce.
Los problemas de la institución siguen presentes mientras el rendimiento deportivo de este club de futbol ha pasado a un segundo plano. Está más que en entredicho la gestión de Lanuspe S.L.. La empresa tuvo a bien celebrar una fiesta en el estadio municipal Nuevo Vivero con la presencia de Mario Conde y una charla sobre criptomonedas.
Y es que desde la llegada de Luis Oliver y sus socios, el Club Deportivo Badajoz ha descendido dos categorías, encontrándose actualmente, en tercera RFEF, la quinta categoría del fútbol nacional. Se trata de una categoría que limita considerablemente la consecución de ingresos que permitan afrontar el concurso que tienen que empezar a liquidarse antes de final de año.
Además, se ha publicado la suspensión de los derechos federativos del club por parte de la FIFA, lo que impediría, en caso de impago de las sanciones impuestas, la inscripción del club en la competición y el fichaje de jugadores. Durante este tiempo, Joaquín Parra ha venido denunciando el engaño sufrido y su propósito de recuperar el club.
Mentiras en un comunicado oficial
El expresidente afirma que debe hacerlo por medio de los tribunales, con el retraso temporal que ello supone, dado que a él no le permitiría el Ayuntamiento cambiar las cerraduras del estadio para ocuparlo. Este empresario lleva solicitando desde el 14 de mayo una entrevista formal con el alcalde de Badajoz Ignacio Gragera. No ha obtenido ningún tipo de respuesta.
Según informan a LA RAZÓN desde el entorno de Parra, el próximo mes de julio se va a sentar en el banquillo de los acusados al primer presidente que nombró Oliver a su llegada a Badajoz: el abogado pacense Luis Díaz-Ambrona. Estas fuentes señalan que se le investiga por un delito de calumnias por "haber faltado a la verdad en un comunicado oficial del club que acusaba a Parra de haberse quedado con la recaudación de una taquilla".
La indemnización solicitada al expresidente por dañar la imagen de Parra asciende a medio millón de euros. Esta situación que se resolverá en las próximas semanas es un capítulo más de la penuria que está pasando el Club Deportivo Badajoz. Todo se produce mientras el Ayuntamiento de la ciudad guarda silencio sobre la situación de uno de los emblemas de la ciudad.