El iinterés del Barça por cerrar el fichaje de
Nico Williams confirma que el fútbol está volviendo de un tiempo a esta parte a sus orígenes. Durante una época se puso de moda el lateral carrilero que hacía más de extremo que otra cosa, lo que llevó a provocar una escasez muy evidente de extremos clásicos que gracias a su regate tenían la misión permanente de encarar al marcador para intentar irse en el uno contra uno. Ese jugador desafiante. desatascador, ha vuelto en las últimas temporadas. Lo hemos visto recientemente en el PSG de
Luis Enrique con
Dembélé, Doué y
Kvara, que en realidad son casi tres extremos entrando por cualquier parte del ataque, y también lo hemos visto en el Real Madrid con
Vinicius y
Rodrygo y no digamos ya en el Barça con
Lamine Yamal.
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