Tren bioceánico: Perú aún no participa, pero prepara estudios para conectar con Chancay
El tren bioceánico vuelve al tablero regional. La firma de un memorando entre Brasil y China para dar inicio a estudios técnicos sobre un corredor ferroviario transcontinental ha generado expectativa en Sudamérica. El plan es ambicioso: conectar el Atlántico con el Pacífico hasta Asia, pasando por territorio peruano y desembocando en el puerto de Chancay.
Sin embargo, en esta primera etapa, Perú no ha sido incluido formalmente. Desde Brasil, João Villaverde, viceministro de Planeamiento, confirmó que el acuerdo —gestado tras la visita de Xi Jinping en noviembre— se encuentra en fase inicial, y por ahora no considera socios externos.
“Cuando llegue el momento de necesitar información de Perú o cualquier otro vecino de Brasil, se les integrará”, dijo a Gestión.
El megaproyecto se enmarca en la Iniciativa de la Franja y la Ruta impulsada por China, donde Chancay y el tren bioceánico aparecen como piezas clave. Pero estas piezas no se trabajan como un todo, sino como partes separadas, precisamente para evitar trabas políticas, técnicas o diplomáticas.
Por ahora, Brasil concentra sus esfuerzos en conectar por tren estados amazónicos como Acre y Rondonia, aún aislados del resto del país. Esa es su prioridad logística interna, antes de extender cualquier ramal internacional.
Perú observa, pero no descarta sumarse
Desde el Ejecutivo peruano, la postura es de cautela con apertura. El ministro de Transportes, Eduardo Arana, fue claro: una obra de este tipo podría costar cerca de US$10.000 millones, y el Perú no destinará recursos públicos. “No hemos autorizado ni pensamos invertir esa cantidad en estos momentos”, indicó.
No obstante, Arana también afirmó que “toda propuesta que ayude al desarrollo y la integración de América es bienvenida”, dejando abierta la posibilidad de integrarse más adelante si las condiciones lo permiten.
Recordó que durante el segundo gobierno de Alan García, la vía ferroviaria nacional fue declarada de interés público, pero no avanzó por falta de viabilidad técnica y económica. Hoy, con un nuevo puerto estratégico en Chancay, y con China como aliado clave, el contexto ha cambiado.
Estudio para el tramo Chancay–Pucallpa arranca en agosto
Mientras tanto, las regiones también se mueven. El gobernador de Ucayali, Manuel Gambini, expresó su respaldo al tramo Chancay–Pucallpa, al considerarlo más corto y con mejores condiciones logísticas. “Estamos a solo 200 kilómetros de la frontera con Brasil”, declaró a RPP. Anunció, además, que el MTC iniciará en agosto los estudios de prefactibilidad.
Este tramo forma parte del llamado Ferrocarril Bioceánico Perú-Brasil, con un valor referencial de US$ 14.380 millones y una extensión de 904 kilómetros. Se proyecta como una vía férrea mixta (carga y pasajeros) que atravesará Lima, Pasco, Huánuco y Ucayali, beneficiando a más de 13 millones de personas, según datos del propio ministerio.
China, el engranaje central
El interés de China en este corredor no es nuevo. Como explica Carlos Aquino, director del Centro de Estudios Asiáticos de la UNMSM, China controla más del 75% de la red mundial de trenes de alta velocidad, y ha demostrado capacidad técnica en territorios complejos como el Tíbet.
Además, Chile y Bolivia también han mostrado interés en integrarse a esta red ferroviaria continental. La idea es que cada país desarrolle su sistema ferroviario nacional, para luego ensamblarlos en un corredor logístico común que comunique a Sudamérica con Asia, vía el Pacífico.
Por ahora, el Perú no figura en los planos iniciales, pero sí en el radar estratégico. La locomotora china ya arrancó. Y la vía para que Perú se suba al tren sigue abierta.