UGT denuncia que habría que duplicar sueldos en sectores como hostelería y comercio para poder pagar una vivienda
La subida incesante del precio de la vivienda ha hecho que encontrar un alquiler dentro de los niveles de esfuerzo recomendados o acceder a una hipoteca sea cada vez más complicado, especialmente en las grandes ciudades. UGT ha denunciado este lunes esta situación que atraviesan los trabajadores. Calculan que en los últimos diez años la vivienda en compraventa se ha encarecido de media un 77%, una alza que no ha ido acompañado de una subida pareja de los sueldos. La brecha entre precio de la vivienda y salarios es tan grande que el sindicato advierte de que, para que el pago de la hipoteca o el alquiler no superara de media el 40% de los ingresos, los sueldos tendrían que duplicarse en sectores como la hostelería o el comercio en zonas como Madrid o Barcelona.
Según el informe Convenios colectivos y derecho a la vivienda: el precio de un bien básico se come los salarios presentado este lunes por UGT, un trabajador necesita de media en España más de 52 años de salario neto para comprar una vivienda, dedicando a la hipoteca el 40% de sus ingresos al pago. En lugares como Madrid, Cataluña o Baleares, el precio de un piso de 60 metros cuadrados supera los 300.000 euros, lo que equivale a entre 20 y 25 años de sueldo íntegro. La situación no es mejor en el mercado del alquiler: de los 195 casos analizados por el sindicato, solo en el 15% se cumple que el precio medio de la vivienda no supera el 40% del mínimo pactado por convenio.
La situación de sobreesfuerzo es generalizada, aunque en algunos sectores y zonas es especialmente patente. En los convenios de hostelería analizados, por ejemplo, el mayor peso de una cuota hipotecaria media sobre el salario neto de una categoría retributiva media se registra en Madrid —’se come’ el 93% del sueldo—, llegando incluso a superar la hipoteca media el salario neto íntegro de las categorías más bajas. También en el sector del comercio, Madrid es donde mayor peso se calcula que tiene la cuota media sobre el salario neto de las categorías intermedias, suponiendo el 120%. La sigue el convenio de Barcelona, con un nivel de sobresfuerzo del 97%.
Según los cálculos de UGT, esto se traduce en que en varios convenios algunos salarios deberían incluso duplicarse para que las cuotas hipotecarias se situaran por debajo del 40%. En el caso del acuerdo de la hostelería madrileña, por ejemplo, los sueldos deberían aumentar entre un 112% y un 157% en función de la categoría y en el del comercio, entre un 79,3% y 141%. Del mismo modo, en Barcelona, el alza en el convenio del comercio debería oscilar entre un 81% y 104%.
En el caso del alquiler, las dificultades se acrecientan. La renta mensual media llega a suponer alrededor de un sueldo neto íntegro en Madrid y Barcelona para los convenios de hostelería, comercio o sector agrario, así como en Baleares y Málaga en las categorías salariales más bajas de los convenios del sector de limpieza. «Para que las personas trabajadoras dejen de destinar un porcentaje desproporcionado de sus ingresos al pago del alquiler, en algunos territorios el salario neto debería, como mínimo, duplicarse», señala el informe, que apunta a que se dan casos en los que los sueldos deberían incluso crecer más del 200%, como es el caso de la categoría salarial más baja del convenio de la limpieza en Madrid.
«En todos y cada uno de los casos, en todos los precios de compra y alquiler que hemos relatado, excepto en alguna pequeña ciudad como Cáceres, en el resto de los sitios, no es posible ni acceder a una casa en régimen de renta ni acceder a una casa en propiedad», ha resumido en rueda de prensa el vicesecretario general de política sindical de UGT, Fernando Luján. Ante esta situación, el sindicato recuerda que la vivienda es un «derecho básico», por lo que defiende que la subida de precios ha de tenerse en cuenta a la hora de subir los salarios.
Negociar subidas salariales
En ese sentido, UGT ha adelantado que exigirán la inclusión del precio de la vivienda como un indicador estructural a la hora de negociar las subidas salariales de cara al próximo acuerdo por el empleo y la negociación colectiva (AENC), que es el marco de recomendaciones que patronal y sindicatos acuerdan para negociar los convenios colectivos en los que participan. Asimismo, ven necesario que se tengan en cuenta los datos del Observatorio de Márgenes Empresariales, como reflejo de cuál es la evolución real de los beneficios empresariales.
Por el momento, UGT apunta a que las dificultades para acceder a una vivienda están retrasando la edad de emancipación de los jóvenes —está casi cuatro años por encima de la media europea— y están impactando ya a la cobertura de vacantes. «Si el acceso a la vivienda en Baleares supone por encima de los 1.100 euros en cualquier régimen, ¿qué salario se le debe abonar a una persona trabajadora para que quiera ir a trabajar allí?», ha planteado el vicesecretario general de política sindical de UGT. En este sentido, el sindicato reclama abrir espacios de negociación en las comunidades autónomas con más tensión residencial, para que buscar soluciones.
No obstante, UGT advierte de que el problema de la vivienda no se resuelve abordándolo únicamente desde la negociación colectiva. Fuera de su ámbito de actuación, llaman, por ejemplo, a la aplicación de la ley de vivienda y la declaración de zonas tensionadas. «Las personas trabajadoras no pueden acceder a una vivienda. Esto no lo podemos resolver solamente con la negociación colectiva, esto es un problema mayor, de dignidad, de derechos humanos. Si no lo atajamos, puede provocar un estallido social», ha avisado Luján.