Donald Trump anunció nuevos aranceles para el 1 de agosto: "Podría ser todo un fracaso a mediano plazo", según experto
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que a partir del 1 de agosto se aplicará aranceles a diversos países del mundo, entre ellos: India, Corea del Sur, Brasil y muchos más. Con el objetivo de proteger la industria nacional y fomentar el empleo. Esta medida forma parte de su agenda económica.
Numerosas empresas estadounidenses expresaron su preocupación, advirtiendo que los aranceles podrían incrementar los costos de producción, encarecer los productos para los consumidores y tensar las relaciones comerciales con aliados estratégicos.
A pesar de las críticas, Trump sostiene que los aranceles son necesarios para "hacer que Estados Unidos vuelva a ganar". Sobre este tema coyuntural, el analista internacional y profesor principal de PUCP, Óscar Vidarte, brindó su punto de vista advirtiendo que aunque la medida puede ser popular en el corto plazo, "no necesariamente va a tener un impacto importante y podría ser todo un fracaso a mediano plazo".
¿Cómo podría afectar la elevación de aranceles del 50% al cobre al Perú y América Latina? ¿Cómo se podría contrarrestar esta medida de Trump?
Sobre el impacto que puede tener estos nuevos aranceles sobre materias primas, como el cobre, en las relaciones comerciales de Estados Unidos y América Latina, el internacionalista, Óscar Vidarte precisa que en el caso de Perú "las exportaciones de cobre a EE.UU. son mínimas", ya que el principal destino es China, por lo que "no es un gran problema". La situación es distinta en Chile, que sí tiene una mayor proporción de exportaciones hacia EE.UU., lo que genera "más ruido económico".
Respecto a la capacidad de respuesta, los países latinoamericanos "tienen muy poca capacidad de respuesta", especialmente frente a un gobierno como el de Donald Trump. Si bien se podría recurrir a la Organización Mundial del Comercio (OMC), enfrentar a Estados Unidos podría provocar una "respuesta que puede ser peor", por ello Vidarte considera que la alternativa más viable es la diplomática.
En ese sentido, se abren dos caminos: el bilateral, en los que ambos países implicados buscan directamente "la reducción de los aranceles" y el multilateral, que implicaría que América Latina forme una "gran coalición" para responder a las medidas estadounidenses. Sin embargo, esta opción podría generar tensiones: "Si Estados Unidos puede responderle a su principal socio comercial, China, ¿qué podría hacer a países como los nuestros?"
¿La elevación de aranceles por parte de Trump es una estrategia política o una verdadera necesidad industrial de EE.UU.?
Ingresando de manera más específica sobre las implicancias y el alcance que puede provocar estas medidas proteccionistas de Donald Trump y si el aumento del arancel al cobre responde a una estrategia política o a una necesidad del mercado, Óscar Vidarte señaló: "Respecto al cobre refinado, su exclusión de ciertos aranceles podría deberse a que ellos no producen ese insumo (cobre refinado) y lo necesitan, lo cual sería la razón principal para reducir aranceles”.
El escenario global, sin embargo, es mucho más complejo. Vidarte señala que: "Los aranceles implementados por los Estados Unidos y China han merecido también una respuesta del gigante asiático. Igual está pasando con la Unión Europea, con Canadá, hay una reacción, Brasil también". Explica el internacionalista, señalando que muchos países han adoptado medidas de reciprocidad que dificultan el libre comercio.
Estas acciones han derivado en una "guerra arancelaria que no favorece el libre comercio" y que rompe con tres décadas de avances en materia de integración global. "Aunque lagunas reducciones de aranceles se han negociado, no se eliminan y han llegado a quedarse lo que cambia por completo las reglas del juego", precisa Vidarte.
¿Cómo podría afectar a largo plazo las políticas arancelarias de Donald Trump a Estados Unidos?
La política arancelaria de Trump busca recuperar la industria nacional apelando a sectores del país que "han visto cómo Estados Unidos se han desindustrializado", indica el docente de la PUCP. Su discurso conecta con quienes añoran el viejo sueño americano, aunque "el mundo actual es distinto al del siglo XX".
Sin embargo, Vidarte señala que "producir en Estados Unidos es muy costoso", lo que podría generar inflación sin garantizar reindustrialización real. Aunque la medida puede ser popular en el corto plazo, "no necesariamente va a tener un impacto importante y podría ser todo un fracaso a mediano plazo".