Aranceles de Trump: cómo quedaron para la Argentina y los principales países a mirar
A partir de la aplicación de aranceles que rigen desde este jueves, Estados Unidos definió aliados y enemigos y reconfiguró el comercio global. La Argentina se vio beneficiada con una alícuota general de 10%, aun así, continúa la expectativa por baja en sectores clave e incógnitas respecto al Tratado de Libre Comercio (TLC) que busca Javier Milei.
"Esta nueva guerra arancelaria no es solo una disputa bilateral. Es un reordenamiento del sistema global de comercio, con impactos reales: productos más caros, rutas comerciales alteradas y decisiones de inversión bajo revisión", analizó Beatriz Caceres, consultora en Comercio Internacional.
Según la orden ejecutiva que modifica aranceles recíprocos, los valores más altos corresponden a Siria (41%), Laos (40%), Myanmar (40%) y Suiza (39%) mientras que a los países que no están incluidos, como la Argentina, se les aplica la base más baja de un 10%.
En el caso de la Argentina la magnitud del impacto directo es menor en comparación con otros países como Brasil o India, que recibieron alícuotas de 50%, coinciden los analistas. "Sin embargo, la señal política es clara: Estados Unidos priorizará relaciones comerciales bilaterales con condiciones explícitas de reciprocidad y alineamiento geopolítico", aclaró Yanina Lojo, analista de comercio exterior.
"El gobierno argentino parece haber comprendido el momento y reaccionado con velocidad", dijo y explicó: "profundizó su estrategia de apertura mediante la eliminación de retenciones agropecuarias, la unificación cambiaria y la revisión del esquema antidumping".
A la par, según trascendió de forma extraoficial, el Gobierno inició negociaciones con Washington para lograr la exención de aranceles sobre una canasta de productos clave.
Expectativa e incógnita
Desde el sector privado reconocen el 10% de arancel como un logro. Se trata de una excepción ya que Estados Unidos tiene un déficit comercial con la Argentina lo que podría haber significado una tasa de al menos 15%, como se anunció originalmente.
El caso del acero es uno de los casos que se rige mediante una regulación especial, la "Sección 232" (con excusas de seguridad nacional) lo que eleva el arancel a 50%.
Desde junio de 2025, el único país con excepción es Reino Unido que firmó un acuerdo general que incluye al acero. Frente a este antecedente tanto las empresas como el Gobierno mantienen expectativa de alcanzar un acuerdo particular en el corto plazo.
El otro aspecto pendiente es el del Tratado de Libre Comercio (TLC) y, en este punto, las proyecciones están divididas.
Hasta ahora, con todos los países con los que EEUU ha logrado acuerdos no son tratados de libre comercio, sino cartas reversales, dijo Marcelo Elizondo, y explicó que "se pueden modificar con mucho más simpleza que un TLC que se hace a través de algún tratado internacional aprobado en el Congreso".
En ese sentido, puso en duda la sostenibilidad ya que "Trump es más personalista que institucionalista", lo que hace "todo más volátil". Según Elizondo, con acceso a "altas fuentes" del gabinete nacional las negociaciones continúan. con funcionarios de la Casa Blanca.
Miguel Ponce, planteó más incertidumbre: "no han variado aranceles al acero ni aluminio que se especulaba con una modificación y lo que está en marcha es que EEUU daría el 0% a 100 posiciones arancelarias lo que no tiene nada que ver con un TLC", resaltó.
Efecto indirecto
El fin de la prórroga para los aranceles recíprocos tendrá implicancias indirectas pero relevantes, para Argentina, explicó el informe de Biglobal y señaló que diversos productos provenientes de socios estratégicos de Estados Unidos -como la Unión Europea- se enfrentarán a mayores costos de acceso al mercado estadounidense, particularmente en sectores sensibles como el agrícola.
"Esto significa que, aunque los productos argentinos también deben operar bajo condiciones menos favorables que las existentes antes del 2 de abril, su ingreso al mercado estadounidense se vuelve relativamente más competitivo frente al de otros exportadores que soportarán un aumento adicional de cargas arancelarias", agregó.
Ante este panorama, identificó aquellos sectores en los que Argentina podría optimizar su acceso al mercado estadounidense.
Durante 2024, el intercambio comercial entre Argentina y Estados Unidos totalizó u$s 12.500 millones, generando un saldo favorable para Argentina de u$s 250 millones.
Los principales productos argentinos exportados fueron petróleo crudo (u$s 1992 millones), metales preciosos (u$s 801 millones), aluminio (u$s 530 millones), carne bovina congelada y refrigerada (u$s 195 millones), vinos (u$s 188 millones) y miel natural (u$s 126 millones).
En conjunto, según la consultora que dirige Marisa Bircher, estos productos representaron el 63% del total de las exportaciones argentinas hacia Estados Unidos al cierre del ejercicio 2024.