Oscar Retto: Se nos fue un maestro del fotoperiodismo
Oscar Retto nunca decía no a las comisiones, ya sea para una toma fotográfica de una nota menor o para un gran informe especial. Muy serio, concentrado en su trabajo, decidido cuando agarraba la cámara, el hombre se entregaba a cada comisión como si allí se pusiera en juego la vida misma.
Retto pertenecía a una generación de reporteros batalladores que marcaron la historia del país desde las páginas de La República. En los años 80 ellos eran los ojos de la gente frente a la violencia. Eran los testigos de una ebullición social. Eran los retratistas de largos años de incertidumbre.
Junto a Carlos Domínguez, Rolando Ángeles, Antonieta Gamarra, Severo Huaycochea, Hugo Valdez, José Abanto, Jorge Ochoa, Oswaldo Sánchez, Jorge Sedano, Luis Nakamura, César Aquije.
Este viernes 8 de agosto, don Oscar Retto, padre del también reportero gráfico Willy Retto, asesinado en las alturas de Uchuraccay, y abuelo de la periodista Alicia Retto, dejó esta vida a los 98 años de edad.
Retto laboró en La Prensa, Última Hora y La República. Como reportero gráfico cubrió los Mundiales de Chile 62, México 70, Argentina 78 y España 82. Estuvo en todos los más importantes acontecimientos de la azarosa vida política y social del país.
Como los fotógrafos antes mencionados, nunca escatimó en compartir sus experiencias, sus anécdotas, sus consejos.
Trataba por igual al reportero novato como al consagrado.
A quien esto escribe, en sus inicios, siempre le dio apoyo con sus tomas fotográficas, cuando habían otros colegas que se hacían los disforzados.
Era uno de los bravos de la fotografía, con el carácter fuerte que se necesitaba entonces, con mucha personalidad, mucha exigencia.
Al saberse su fallecimiento, el Colegio de Periodistas de Lima lamentó su partida, igual la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) y la Asociación de Reporteros Gráficos (ARGP).
Numerosos de sus colegas recordaron anécdotas, comisiones, vivencias, sus enseñanzas, muchas de ellas a punta de llamadas de atención.
Todos recordaron al maestro del fotoperiodismo, al corresponsal de guerra, al primer paracaidista periodista del país, al jefe de fotografía de diarios. Y al que debió soportar la terrible herida de ver partir a su querido hijo.
Un fotoperiodista corajudo de los que ya se van extinguiendo en estos tiempos de memes y web.
Un reportero total.
ASÍ LO RECUERDAN SUS COLEGAS
La periodista Rosa Reyna escribió a propósito de esta partida dolorosa para el gremio: "Diría que voló al cielo para editar unas páginas del diario La República en la histórica mesa de edición del Jirón Camaná, presidida por el senador Gustavo Mohme Llona y los periodistas Alejandro Sakuda, Oscar Cuya, Luis Montero y César Terán, sobre hazañas de peruanos y peruanas que triunfan, y el otro lado de la medalla: la tragedia de los Mártires de Uchuraccay; el incremento de feminicidios y la inseguridad ciudadana que no cesan mientras la corrupción en la política peruana avanza".
El fotorreportero Martín Pauca lo rememora: "Oscar tenía esa rara mezcla de firmeza y humanidad: exigente con el oficio, pero siempre dispuesto a enseñar. Nunca se guardaba un consejo, nunca escatimaba en compartir su experiencia. Sus imágenes no solo documentaron el Perú, también nos ayudaron a comprenderlo".
El hombre de prensa Jorge Torres reseña un momento tan revelador: "Lo recuerdo de manera especial cuando, tras rescatar las pertenencias de su hijo Willy Retto Torres, mártir de Uchuraccay, consigue las fotos, las últimas que capta Willy antes de ser asesinado junto a otros siete colegas en la helada puna de Ayacucho. Lucha contra el dolor que le perfora las entrañas. Se sobrepone a la adversidad. Entra de lleno a su responsabilidad profesional. Comprende que se trata de fotos exclusivas, noticia de primera mano, y las lleva de inmediato a su diario".
Max Obregón señala una verdad, es uno de los últimos reporteros de su estirpe: "Uno de los últimos reporteros gráficos más reconocidos en nuestro mundo periodístico. Hombre de mundo y maestro de muchas generaciones, nunca se guardó secreto alguno en este campo".
Otro magnífico reportero José Luis Vargas Sifuentes comenta: "Sus lentes viajaron del fragor de los estadios en mundiales de fútbol a la crudeza de los frentes de guerra, acompañando maniobras y operaciones en el Perú y más allá de nuestras fronteras. Su compromiso lo llevó a Ayacucho como corresponsal en la cobertura del juicio por el caso de los Mártires de Uchuraccay, una misión particularmente difícil por la herida personal que llevaba consigo".
El periodista Óscar Chumpitaz así lo recuerda: "El país se caía a pedazos cuando su hijo Willy fue asesinado. Óscar Retto, padre, también murió entonces en Uchuraccay. Para ese momento, Óscar era un fotógrafo reconocido. Sus fotos resumían el fragor y la exigencia que tiene una profesión hoy en desuso: el periodismo en tiempos de redes. Sin guía, ni nadie que le abriera paso, muchas veces se arriesgó. Él, valiente, parado, siempre retrató como sólo lo podría hacer Oscar.
Su nieta Alicia Retto, también periodista, le había escrito antes: "Papito de mi corazón. Por ti supe lo que significa ser un padre presente y maravilloso, pese a que el destino me arrebató al mío, nunca tuve ese vacío porque estabas tú, para colmarlo, para enseñarme tantas cosas y para hacerme sentir que soy la princesa de tu corazón".
Alicia le agradeció su pasión por el oficio: "Me enseñó la pasión por esta carrera. No descansaba feriados ni fines de semana. Su trabajo y sus comisiones eran muy importantes al punto de tener que sacrificar tiempo o eventos con su familia. Me enseñó la importancia de una imagen, de un texto bien escrito. La diferencia entre un reportero que llega en busca de datos y el periodista que con empatía consigue historias que pueden cambiar el mundo".
El dato:
-El velatorio del querido reportero gráfico se está realizando en el Sagrado Corazón de Jesús, de Barranco (avenida Miguel Grau 1280). Este sábado 9 de agosto hasta las 10 de la noche.