Bosaso, Somalia: un enclave estratégico para las operaciones de Emiratos en el Cuerno de África
Apenas se tiene información sobre Bosaso, en Somalia, en épocas anteriores al medievo. De la ciudad portuaria, hoy la quinta más poblada del país africano, se conoce que era transitada hasta cierto punto por comerciantes griegos, árabes y romanos. Que formaba parte de la Ruta del incienso y la mirra y que sus estructuras clánicas seguían creencias predominantemente animistas hasta la llegada del islam durante el siglo VII. Pero una notoria escasez de fuentes escritas impide a los historiadores conocer su pasado con detalle.
Sin buscarlo ni desearlo, Bosaso encontró su hueco en una nebulosa del pasado. Nunca fue una ciudad fantasma como las de las leyendas, pero tampoco consiguió materializarse en un plano físico como el que disponemos de Roma o de Samarcanda. Está y estuvo encajada en la costa del mar Arábigo, nadie lo cuestiona, pero sus detalles permanecen difuminados. Incluso hoy, dos mil años después de aparecer mencionada (con otro nombre y de pasada) en el Periplo del mar Eritreo, Bosaso sigue siendo una incógnita de nuestro tiempo. Pero que no se hable, que siga aferrándose a su hechizo particular, no significa que esta ciudad no se haya convertido, sin buscarlo ni desearlo, en una de las localidades de mayor importancia estratégica del Cuerno de África.
Su ubicación como capital del Estado no reconocido de Puntlandia (una región independentista y semi-autónoma del norte de Somalia), facilita la opacidad de cierto tipo de operaciones que se benefician de la predisposición de las autoridades de hacer tratos con el mejor postor. Tal y como se verá más adelante.
Una cooperación civil...
La nación extranjera que probablemente cuente con una mayor presencia en Bosaso sería Emiratos Árabes Unidos. Primero, la construcción del aeropuerto internacional de Bosaso estuvo financiado de forma parcial por compañías emiratíes, en concreto mediante un acuerdo firmado con el Lootah Group de Dubái en 2008. La gestión del aeropuerto corre hoy, por otro lado, a cargo de Bosaso International Airport Co. (BIAC), una subsidiaria supeditada al conglomerado de empresas emiratíes Terminals Holding.
Pero hay más. En 2022, el gobierno de Puntlandia firmó un acuerdo con la empresa emiratí DP World para construir una extensión del puerto de Bosaso. El acuerdo incluía la construcción de un muelle de 150 metros, así como la reparación del muelle ya existente. Otras infraestructuras incluían la construcción de un nuevo patio de contenedores de 3.000 metros cuadrados y un patio de desguace de contenedores de 4.000 metros cuadrados. También se modernizó la zona de acceso al puerto para optimizar el control de acceso.
Es importante conocer que el Parlamento Federal de Somalia aprobó en 2018 una ley que invalidaba todos los contratos firmados por DP World en Somalia, acusando a la empresa de actuar sin el consentimiento del gobierno central. DP World, que por entonces operaba en los puertos de Bosaso (Puntlandia) y de Berbera (Somalilandia) ignoró las demandas del gobierno federal y continuó, y continúa hoy, operando en ambos puertos con absoluta impunidad.
Emiratos Árabes Unidos controla en una medida importante el puerto y el aeropuerto de Bosaso. Habría que sumarle la presencia de un campamento militar emiratí dentro del aeropuerto de Bosaso. Dicho campamento, en apariencia destinado a colaborar con el gobierno de Puntlandia en la lucha antiterrorista y a la protección de la infraestructura aeroportuaria, es en realidad una de las bases militares extranjeras con mayor actividad en el Cuerno de África.
... convertida en militar
En este punto es importante conocer cómo funcionan las bases emiratíes en Bosaso, que están divididas en tres zonas o "anillos". Informes no oficiales indican que el primer anillo está ocupado exclusivamente por emiratíes. Y allí no entra nadie que no sea emiratí. Es el núcleo duro. Sigue un segundo anillo donde sí que hay extranjeros de otros países, y quienes se encargan de la seguridad "dura" son en este caso mercenarios colombianos que fueron contratados en su país de origen y que han colaborado en los últimos años con múltiples operaciones de Emiratos Árabes Unidos. Terminan con un tercer y último anillo, el exterior, donde se encuentran los somalíes encargados de logística, limpieza, mantenimiento de los vehículos... para quienes está prohibido entrar en los otros dos anillos.
Fuentes próximas al ejército de Sudán han confirmado a LA RAZÓN que la base emiratí en el aeropuerto de Bosaso sirve como lanzadera de drones que participan de forma activa en la guerra civil sudanesa en apoyo a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF por sus siglas en inglés). Al no poseer las RSF drones propios, pero sabiéndose por múltiples informes que sus operaciones las respaldan en ocasiones estas naves no tripuladas (y que su máximo apoyo en esta guerra son los emiratíes), existen pocas dudas sobre la veracidad de esta información.
Asimismo, fuentes sobre el terreno aseguran que los mercenarios colombianos contratados para la seguridad en Bosaso reciben, una vez aterrizados en Somalia, la oferta de un nuevo destino con un aumento de sueldo: cruzar a Sudán para adiestrar y entrenar a las Fuerzas de Apoyo Rápido. La presencia de mercenarios colombianos en la guerra de Sudán se confirmó en el pasado mes de diciembre, cuando más de veinte mercenarios colombianos fueron asesinados en una emboscada por tropas del ejército regular sudanés y la investigación consiguiente reveló que habían sido contratados por los emiratíes.
La colaboración entre Rusia y Emiratos Árabes
La estrecha colaboración entre Emiratos Árabes y Rusia en el continente africano, que incluye aspectos tan importantes como el oro, el comercio de armas y el transporte de mercenarios Wagner, también incluye a Bosaso. Actualmente se conoce que la aerolínea Zitotrans Aviacon operó en 2024 en Bosaso hasta cuatro vuelos diarios destinados al transporte de operativos y equipos Wagner a otras zonas de África, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes sobre el terreno. Merece la pena destacar que Zitotrans también operó vuelos a Bosaso durante 2020 y 2021, que los registros indican que se realizaron para proveer a Somalia de "material sanitario".
La compañía aérea tiene como principal propietario a propietario Valery Sevelyev, un magnate ruso que poseería a su vez otras aerolíneas involucradas en operaciones similares, como podrían ser Fly Sky Airlines o Deek Aviation. Los cargamentos que han transportado las aerolíneas de Sevelyev han provocado la retirada continuada de las licencias de algunas de sus compañías, como Europe Air o Azee Air, ya extintas, lo que ha obligado al empresario ruso a establecer las sedes de sus diferentes aerolíneas en distintos países (Ucrania, Kirguistán, Emiratos Árabes Unidos, etc.) para dificultar el rastreo de sus actividades.
Bosaso, ese nombre opaco desde la Antigüedad hasta hoy es para Emiratos Árabes Unidos, como lo fue para sus antepasados mercaderes, un protagonista indispensable de sus operaciones en el Cuerno de África. Permite el transporte de tropas y mercancías, enriquece sus bolsillos y sirve como lanzadera de sus operaciones militares en Sudán. Y Rusia se encuentra entre los beneficiarios de este entramado logístico.