Un equipo de arqueólogos del Programa de Estudios Marítimos de la Universidad del Este de Carolina (ECU) ha descubierto recientemente en el sitio histórico de Brunswick Town/Fort Anderson (BTFA) unos restos que podrían ser de La Fortuna , un barco corsario español procedente de Cuba que explotó cerca de los muelles de este importante puerto colonial británico en el siglo XVIII, durante un ataque al final de la Guerra del Rey Jorge, en septiembre de 1748. Aunque se requiere más investigación para confirmar la identificación de los restos, los análisis muestran que parte de la madera utilizada en la construcción de este navío provino de un tipo de ciprés de Monterrey (H. macrocarpa) o ciprés mexicano (H. lusitanica) que crecían únicamente al sur de California y Centroamérica, respectivamente. Esto sugiere que los constructores navales incorporaron materias primas procedentes de territorios españoles del Caribe en el siglo XVIII. «Al ser el único naufragio de origen español reportado históricamente en la zona, los restos podrían ser los de La Fortuna », destaca en una nota la Universidad. El naufragio se encuentra cerca del lugar donde Dennison Breece, un buzo de Southport, recuperó en 1985 un cañón del siglo XVIII , que se cree que proviene de La Fortuna. Durante el curso de verano también se descubrieron otros tres sitios de naufragios en la zona costera de este sitio histórico de Carolina del Norte que incluye las ruinas de la ciudad colonial de Brunswick -que fue arrasada por tropas británicas en 1776 durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos y nunca fue reconstruida- y el Fuerte Anderson que se construyó durante la Guerra Civil. Uno de estos sitios se encuentra junto a un muelle colonial y probablemente se utilizó para la recuperación de tierras en la zona costera. Otro es posiblemente una barcaza colonial, una embarcación históricamente utilizada para transportar personas y mercancías entre el puerto y las plantaciones cercanas. El cuarto apenas quedó al descubierto y sus restos aún no se han identificado. Otras infraestructuras y artefactos portuarios coloniales identificados a través de las escuelas de campo incluyen dos muelles de madera, una calzada sobre la marisma histórica y numerosos artefactos que arrojan luz sobre la vida colonial, el comercio, la actividad marítima y los conflictos militares en el sitio histórico. «Estamos muy entusiasmados con estos importantes sitios, ya que cada uno nos ayudará a comprender mejor el papel de BTFA como una de las primeras ciudades portuarias coloniales del estado », afirmó Jason Raupp, profesor adjunto del Departamento de Historia y Estudios Marítimos de la Universidad y director del equipo. Según Raupp, los restos sumergidos «están increíblemente bien conservados y representan una excelente oportunidad para que los estudiantes de la ECU participen en una investigación práctica y colaborativa». Por desgracia, estos naufragios «están en riesgo», según el director de las investigaciones. La continua erosión costera debido al reciente dragado del canal, la energía dinámica de las olas y las tormentas más fuertes han dañado el litoral natural e histórico de BTFA. Los pecios y los vestigios costeros coloniales, antes cubiertos por la marisma protectora, se encontraron expuestos y erosionados en esta zona. Este verano, el equipo documentó los restos y emprendió la recuperación de emergencia de más de 40 maderos de lo que se cree que es La Fortuna . Aunque el lugar se había desmoronado, algunos de los maderos del pecio mostraron «un notable grado de conservación, y algunos contenían marcas de herramientas dejadas por el carpintero de ribera histórico», según el comunicado. Todos fueron trasladados de forma segura al Laboratorio de Conservación Queen Anne's Revenge de la Oficina de Arqueología Estatal de Carolina del Norte, en el Campus de Investigación Oeste de la ECU en Greenville, para su almacenamiento y posterior tratamiento de conservación. La investigación y el análisis de la construcción e identidad de cada uno de los cuatro naufragios continúan. «La exitosa recuperación del posible naufragio de La Fortuna y la documentación del patrimonio en riesgo dentro de un sitio histórico de importancia nacional demuestra la eficacia de los esfuerzos de colaboración del equipo de investigación», afirmó Raupp.