Un anciano de Burgos, tajante sobre la razón detrás de la ola de incendios en España: "El trabajo en los montes ya no existe, ahora hay un fuego y nos quedamos sin pueblo"
La voz de Gregorio, un anciano del municipio burgalés de Huerta del Rey, ha resonado como un testimonio crucial frente a la devastadora ola de incendios que arrasa España. Su relato, convertido en viral, señala el abandono rural y la desaparición de las labores forestales como el núcleo del problema: "Antes había 40 hombres limpiando las ollas [montes] por 15 pesetas; ahora no hay nada. Si hay un fuego, no queda ni el pueblo". Esta crítica no es nostalgia, sino un análisis certero de la vulnerabilidad actual de los ecosistemas, agravada por condiciones climáticas extremas.
El colapso de los sistemas de prevención natural
Gregorio subraya otro factor clave: la extinción de la ganadería extensiva. Recuerda que en su localidad existían "tres mil ovejas, 177 machos y 285 cabras" que mantenían limpios los montes. Hoy, "no hay ni una", lo que ha provocado una acumulación masiva de vegetación seca, convertida en combustible ideal para las llamas. Expertos corroboran que la pérdida de estas prácticas, junto al despoblamiento rural, ha eliminado barreras naturales contra incendios, facilitando su propagación.
El mensaje de Gregorio, cargado de experiencia, llama a replantear la gestión forestal: integrar prácticas tradicionales como el pastoreo, reactivar empleos de mantenimiento y empoderar a las comunidades como guardianes de su territorio. Solo así, advierte, se evitará que un fuego acabe con "todo el pueblo".