¿Qué debe hacer la primera vez que interactúa con un perro? No cometa estos errores
Acercarse a un perro desconocido para acariciarlo puede ser arriesgado si no se hace de forma correcta. Saber cómo saludar a un perro por primera vez es crucial para evitar accidentes, ya que gestos que consideramos amigables, como sonreír, pueden ser interpretados como una amenaza por el animal.
Esto es cada vez más relevante debido a una mayor proliferación de sitios amistosos con las mascotas o pet friendly, en donde la convivencia entre humanos y perros es mayor.
La forma de actuar la mascota deriva, en gran medida, de la crianza que el perro tiene en el hogar, por ello la socialización es necesaria desde los primeros meses de vida del animal.
“Todos los perros muerden, por más dóciles y amigables que sean. Cualquier perro en cualquier circunstancia estresante o amenazante puede usar su instinto de agresión para resolver la situación. No se trata de qué raza es, ni de la edad. Es igual que nosotros. Hasta la gente más tranquila puede volverse agresiva en una situación determinada. La capacidad de hacer daño no va a depender de la raza del perro, sino del del tamaño, la potencia de su mordida, las víctimas involucradas, etc.
“Pero lo más importante es el manejo que se la ha dado al perro desde edades tempranas, que sienta las bases de su comportamiento futuro”, destacó David Peiró, director del Instituto de Etología y Bienestar Animal Fugaus.
En este sentido, explicó que los más vulnerables son los niños, por dos razones. La primera es su inmadurez, que en muchos casos puede traducirse en impulsividad, por lo que es más fácil acercarse a un perro y tocarlo. La segunda es la altura, por ser más pequeña, el perro va a morderlo en la cara y esto puede ser más peligroso.
¿Cómo no saludar a un perro por primera vez?
Antes de contestar, Peiró apuntó a cómo los perros saludan a otro perro que no han visto: ellos no se acercan directo, hacen un giro y se acercan de lado, se olfatean. Todo esto se hace para comprobar que el otro no es una amenaza.
“El perro no sabe que somos otra especie, para el perro somos otros perros. Entonces terminamos actuando como amenaza”, puntualizó.
Estos son los errores.
- Acercarse directamente: “eso para ellos ya es una amenaza”, resumió Peiró.
- Se le mira a los ojos. “Eso ellos lo ven como un reto, como una amenaza también”, subrayó.
- Se pone la mano por encima de su cabeza. “El perro no entiende que lo vamos a acariciar, esto para ellos es señal de ataque”.
- Sonreír. “Si encima sonreímos, le estamos enseñando los dientes, el perro lo interpreta como un gruñido, todo lo contrario a nuestra intención”.
“Al final es un gran problema de comunicación interespecie”, enfatizó el especialista.
¿Qué sí hacer en este primer acercamiento con un perro?
Peiró indicó que, como los canes no pueden ponerse subir a nuestro nivel cognitivo, nos toca a los seres humanos bajar a su nivel.
El explicó lo que hace cuando un perro, por más dócil que se vea, se acerca:
“Me giro, le doy la espalda, lo ignoro. Dejo que el perro se acerque a mí, me huela, me identifique como ‘no amenaza’. Y a partir de ahí entro poco a poco a acariciarlo. Nunca acaricio al perro directamente”, afirmó.
Estos son otros consejos básicos, de la Universidad Autónoma de México:
- Acercarse siempre por un lado; nunca por delante o por detrás. Esto evita sorpresas repentinas que puedan causar estrés excesivo al perro.
- Evitar la mirada excesiva; podría percibirse como un gesto agresivo.
- No adoptar una postura corporal rígida.
- Esperar a que el perro se acerque a usted y haga el primer movimiento. El perro se acercará o simplemente le evitará.
- Acariciar al perro en los hombros y el esternón. Así, el perro siempre podrá ver la mano en todo momento y no se asustará.
¿Cuándo dejar de acariciar? No todos los perros reaccionan bien a esta interacción, no siempre responden igual a todos los estímulos. Estas son señales de cuando es mejor frenar.
- Se pone nervioso
- Eriza el lomo
- Tensa el cuerpo
- Gira la cabeza y evita constantemente a la persona
- Se esconde detrás de su dueño
- Enseña los dientes
- Gruñe
En estos casos no huya. Esto desencadenaría el instinto depredador del perro y más bien le daría una sensación de superioridad. Tampoco grite ni haga movimientos bruscos. Intente mantener la calma, permanecer quieto y evitar el contacto visual.