Científico peruano de San Marcos revela que la muña combate la bacteria responsable de la gastritis: "En 15 días"
En el Perú se conocen más de 25 especies de muña, pero la Satureja brevikalix, también llamada Inca Muña, es la que ha demostrado combatir la Helicobacter pylori, bacteria responsable de la gastritis. Esta planta, utilizada durante siglos por comunidades andinas de Ayacucho, Cusco, Huancavelica y Apurímac, se consume tradicionalmente en infusiones para aliviar diversos problemas gastrointestinales.
El doctor Mario Carhuapoma Yance, director de la Escuela de Posgrado de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), lideró esta investigación, que comenzó en 2005 y cuya tesis doctoral fue defendida en 2007. “Todas las personas que han seguido las recomendaciones en 15 días sienten una mejoría absoluta. Incluso se han curado”, señaló el investigador, destacando la efectividad de la muña frente a la gastritis.
Carhuapoma explicó que su equipo extrajo los aceites esenciales de la Inca Muña y los enfrentó al H. pylori en laboratorio, confirmando su actividad antibacteriana. La evidencia científica, tanto in vitro como en la fase clínica uno, respalda el uso tradicional de esta planta, demostrando que el aceite esencial de la muña ataca directamente al microorganismo y puede constituir una alternativa natural segura frente a la gastritis. “El 85 al 90 % de la población peruana y el 80 % de la población del mundo tiene esta bacteria”, enfatiza el doctor.
¿Cómo consumir la Inca Muña para aliviar la gastritis?
Para aprovechar los beneficios de la Inca Muña, el doctor recomienda preparar una infusión con tres o cuatro ramitas en agua hervida, dejando reposar entre 5 y 10 minutos. Se puede endulzar de manera natural con miel o stevia, y opcionalmente añadir el zumo de medio limón, potenciando su sabor y propiedades.
El consumo debe ser diario, como agua de tiempo durante 15 días, periodo en el que, según el investigador, la mayoría de los pacientes experimenta una mejoría significativa en los síntomas de gastritis. También se puede combinar con bicarbonato de sodio en ayunas para neutralizar el ácido clorhídrico acumulado durante la noche y reducir la inflamación de la mucosa estomacal. “Para evitar que ese ácido clorhídrico, producto del metabolismo anterior, pueda generar cierto efecto de inflamación y lesiones a nivel de la capa mucosa del estómago”, aclara el doctor.
Carhuapoma detalla tres formas de uso de la Inca Muña: como complemento de fármacos, consumida sola, o combinada con otros tratamientos naturales como bicarbonato de sodio, tocosh o sábila. Además, enfatiza que el éxito del tratamiento depende de mantener hábitos saludables, controlar el estrés y evitar alcohol, tabaco y alimentos irritantes.
Efectos secundarios y precauciones al consumir Inca Muña
La Inca Muña, consumida en las dosis tradicionales recomendadas, no genera efectos tóxicos. El doctor de San Marcos advierte que, en comparación, algunos tratamientos farmacológicos para la gastritis como la triple terapia de 14 días —que incluye amoxicilina, claritromicina y omeprazol— pueden causar resistencia bacteriana si se usan en exceso. “Si utilizo de forma desmesurada las concentraciones, estas bacterias pueden generar genéticamente un mecanismo de resistencia”, explica.
“Si utilizamos la cantidad y la dosis correcta, no nos va a perjudicar”, asegura Carhuapoma. A diferencia de ciertos antibióticos que pueden afectar la microbiota o generar resistencia, la muña ofrece un efecto terapéutico seguro siempre que su consumo sea supervisado por un profesional.
El especialista recomienda consultar previamente con un químico farmacéutico, gastroenterólogo o profesional antes de iniciar cualquier tratamiento natural. Además, una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable son complementos fundamentales para potenciar la efectividad de la Inca Muña y mantener la salud digestiva.
Futuro de la investigación de la Inca Muña y políticas científicas en Perú
Carhuapoma señala que aún se requieren nuevas fases de estudio con ensayos clínicos más avanzados, lo que implica colaboración con la industria farmacéutica y un financiamiento más sólido. “Hasta el momento ya tenemos evidencias científicas in vitro y fase uno en humanos, y la medicina tradicional peruana, la de nuestros ancestros, evidencia que funciona”, subraya.
El investigador enfatiza también la necesidad de fortalecer la política científica en Perú y la inversión en investigación. Solo así será posible desarrollar y validar tratamientos naturales basados en la biodiversidad nacional, beneficiando la salud pública y preservando los conocimientos ancestrales sobre plantas medicinales. “Debemos de trabajar hacia la vanguardia de una verdadera política de ciencia, tecnología e innovación”, concluyó.