Creyó que el jugo de limón lo haría invisible, robó dos bancos en EEUU y dio origen a un famoso estudio cognitivo: el curioso caso de McArthur Wheeler
En enero de 1995, McArthur Wheeler protagonizó en Pittsburgh, Estados Unidos, una de las historias criminales más insólitas jamás registradas. Junto a un cómplice, robó dos bancos a plena luz del día, sin disfraz, sin ocultar su rostro y bajo la mirada de numerosas cámaras de seguridad. Lo extraño no fue el robo en sí, sino lo que sucedió después.
Cuando la policía lo arrestó, Wheeler no podía creerlo. Desconcertado, exclamó ante los agentes que se había echado jugo de limón. Alguien le había dicho que el jugo lo haría invisible para las cámaras, y él lo creyó. Por esa razón, se aplicó el líquido en todo el rostro, soportó el ardor en los ojos y en la piel, y hasta se tomó una foto Polaroid para comprobar su teoría. Como no logró verse en la imagen, interpretó el resultado como una prueba definitiva de que era invisible.
Caso de McAarthur Wheeler inspiró a profesor de psicología
El caso llamó la atención de David Dunning, profesor de psicología social en la Universidad de Cornell. Le intrigó cómo alguien podía estar tan seguro de algo tan absurdo, por lo que decidió investigarlo junto a su colega Justin Kruger.
Dunning y Kruger querían comprobar si era cierto que las personas con menos habilidades en un área determinada no solo actuaban con bajo desempeño, sino que también eran incapaces de reconocerlo. Para verificarlo, realizaron varios experimentos en los que los participantes debían completar pruebas de lógica, gramática y humor. Luego, se les pidió que autoevaluaran su rendimiento.
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¿Qué reveló la investigación de Dunning y Kruger?
El estudio revela que las personas con bajo rendimiento en una habilidad tienden a sobreestimar sus capacidades, precisamente porque carecen del conocimiento necesario para reconocer sus propios errores. Este fenómeno, conocido como el efecto Dunning-Kruger, se ha documentado en diversas áreas, desde la lógica hasta la medicina y el ajedrez, y demuestra que la ignorancia impide a quienes la padecen identificarla.